En un mejorable césped del Power Horse Stadium, recién resembrado con la hierba invernal, el Almería afrontó el quinto y último duelo amistoso de preparación de cara al retorno liguero del viernes 30 en Cádiz. El rival era de enjundia, toda una Lazio con marchamo europeo, pero la primera media hora de juego resultó soporífera, excesivamente táctica en los movimientos de uno y otro equipo. 

Rubi atisbó buena parte del once inicial que puede alinear dentro de una semana en el Nuevo Mirandilla, quizá con las salvedades de Ramazani y Lázaro, que dejarían su puesto en las bandas a Embarba y Baptistao. Nuevamente volvió a verse a De la Hoz incrustándose entre Babic y Chumi para ayudar en la salida de balón, pero salvo una acción de Pedro a los 4 minutos que requirió a Fernando salir hasta el vértice del área para hacerse grande y evitar el peligro, el partido no se calentó hasta bien entrado el primer tiempo.

El campo registró poco más de 5.000 espectadores de afluencia

Pozo, el mejor en esos 45 minutos, recibió en el costado de Lázaro y puso un pase raso al corazón del área que El Bilal Touré remataba de forma mágica con la espuela para sorprender al meta Provedel tras golpear la cepa del poste. El tanto animó algo el escenario y la Lazio respondió con un disparo de Immobile desde el balcón del área que rozaba el larguero y un despeje de puños de Fernando tras córner cuyo rechace lo enviaba también alto el brasileño Felipe Anderson tras golpear mordido el esférico.

Antes del descanso los poco más de 5.000 asistentes -la mitad de los abonados del club- pudieron deleitarse con la facilidad para encarar y desbordar por banda de Ramazani, que se llevó a su par -Lazzari- con un buen cambio de ritmo y su posterior disparo con la pierna zurda salía desviado por muy poco. 

Rubi se saluda con el técnico italiano, Sarri, antes de arrancar el encuentro

En la reanudación el 'diablo belga' volvía a las andadas haciéndole un traje a Lazzari tras encararlo por su costado y desbordarlo con un buen recorte antes de sacar un duro remate raso que acababa en la red con la inestimable colaboración del meta Provedel, al que el esférico se le coló entre las piernas. A los pocos minutos una buena conducción de Lázaro terminaba con apertura del brasileño a la banda del belga para que, de nuevo en el área, se acomodara el balón a la diestra y sacase un tiro de rosca que, esta vez sí, desviaba Provedel con la manopla.

Al Almería se le vio más intenso en el cómputo general, al punto de que De la Hoz y Ramazani pudieron acabar en la ducha antes de tiempo si el árbitro hubiera decidido sacarle la segunda amarilla que ambos rozaron. Tras advertirlo el colegiado, Rubi decidía sustituir al belga por Portillo y a Lázaro por Baptistao. 

La recta final del encuentro fue un carrusel de cambios que rompieron el ritmo de un partido en el que el Almería dejó buenas sensaciones a nivel físico para el retorno de la competición liguera y en el que la Lazio apenas dispuso de claras ocasiones de gol para batir a Fernando, que jugó el duelo entero sin que Rubi le diera minutos una vez más a Pacheco.