Que vuelva Sadiq Umar. Hasta sus más aguerridos 'haters' claman ya por el ansiado regreso del ariete nigeriano a la disciplina rojiblanca, vista la inoperancia del equipo sin un '9' de referencia en la parcela ofensiva. El Eibar volvió a aprovechar esa carencia rojiblanca de las últimas jornadas y también los inusuales desajustes defensivos en forma de regalos que la zaga indálica está cediéndole al rival en este infausto inicio de 2022.

Con apenas un punto sobre doce posibles y pese al contexto adverso en el que se ha producido esta mala dinámica, la derrota ante el cuadro vasco confirma que el bache se ha transformado en crisis, hasta el punto de perder el enorme colchón de puntos del que llegaron a disponer los de Rubi, cediendo el coliderato al conjunto de Garitano.

Fue una primera mitad vibrante por el ritmo de juego impuesto por ambas escuadras. Los locales salieron de inicio a presionar sin la constancia ni la efectividad necesarias, mientras que os visitantes optaban por robar y correr por bandas, faceta en la que desarbolaron los flancos unionistas, nuevamente renovados por Rubi para dar entrada esta vez a Buñuel y Akieme.

En los primeros compases el Almería lo intentó a balón parado con una falta lateral botada por Robertone y un intento de córner olímpico a continuación, ambos repelidos por Yoel. El primer aviso del Eibar llegaría con un centro del exrojiblanco Corpas por la banda derecha al que no llegaba Stoichkov. Minutos después caía el 0-1. Esta vez era Toño quien probaba fortuna colgando el balón al área y el rechace de Akieme lo recogía al borde del área su compañero Edu Expósito para embolsar el balón con el empeine interior 'a voz de pronto' y enviarla ajustada al palo en un plástico pase a la red inalcanzable para Fernando. 

Otra vez, como ante Cartagena, Las Palmas y Lugo en este aciago inicio de 2022 tocaba remar a contracorriente. Los de Garitano olieron la sangre y Stoichkov tuvo el 0-2 aprovechando un inusual desajuste defensivo de la dupla de centrales Chumi-Babic, pero quiso ajustar mucho al poste su remate y acabó saliendo fuera por muy poco. 

Huérfanos de delantero centro nuevamente, con Ramazani perdido para la causa intentando ejercer de falso '9', el Almería merodeó el área, pero sin la contundencia necesaria. Así, un lejano zurdazo de Akieme y el posterior disparo de Pozo eran rechazados por Yoel. Al poco, otro latigazo de Samú Costa lo despejaba a córner el meta eibarrés.

El 68%-32% de posesión favorable para la UDA a esas alturas no incomodaba al rival, que antes del descanso tuvo otra oportunidad en centro de Tejero y remate cruzado en exceso de Corpas. Con una asistencia con la testa de Pozo en busca de varios compañeros libres de marca que no encontró destino acababa la primera mitad en el Juegos Mediterráneos esperando el concurso del recuperado Juan Villar para intentar buscar el empate. 

Ramazani estuvo de nuevo más bien perdido en el rol de falso '9'

Con el onubense ya sobre el campo en el segundo periodo el Almería ganó empaque en la vertiente atacante. En una acción ensayada tras saque de esquina que derivó en varios remates de cabeza casi logra la UDA el empate, gozando al poco de un buen cabezazo de Villar a centro de Akieme despejado por un inspirado Yoel. 

A diferencia de otras citas esta vez la medular unionista tampoco carburó como acostumbra. Y como muestra está el botón de que tanto Samú como Robertone fueron sustituidos antes del minuto 70, mientras que De la Hoz estuvo demasiado intermitente, sin encontrar ninguno conexiones limpias con el frente de ataque y con falta de contundencia en las coberturas a la zaga. 

Ni empleando las cinco sustituciones reglamentarias, incluida la del debutante Egauras, pudo Rubi cambiarle la cara al partido. Al contrario, fue el Eibar el que puso la puntilla prácticamente en la única llegada que tuvo en toda la segunda mitad, una jugada por banda derecha finalizada con pase atrás de Javi Muñoz para el remate a la red del exindálico Quique González. La parte alta se aprieta con Almería, Eibar, Valladolid o Tenerife en un puño y los almerienses han visto esfumarse su ventaja. Toca recuperar efectivos y levantarse.