Hacía falta una machada para arrancar 2022 con buen pie y no llegó, aunque el equipo lo intentó por todos sus escasos medios. La plaga de coronavirus había asolado el vestuario rojiblanco, que contó con hasta diez bajas, siete de las cuales se debían directamente a la incidencia vírica. Makaridze, Nieto, Chumi, Curro Sánchez, Samú Costa, Puñal y Juan Villar no pudieron vestirse de corto al ser positivos en los test PCR, quienes se añadían a las ausencias ya conocidas del sancionado Babic y los lesionados Carriço y Sousa o Sadiq, concentrado con Nigeria. 

Pese a las justificadas quejas de la previa, no ya por el reguero de bajas, sino por haberle sido imposible preparar el partido en unas condiciones mínimas, Rubi alineó un once más o menos reconocible en el que, eso sí, De la Hoz tuvo que ejercer de bombero acompañando en el eje de la zaga a Iván Martos y donde Lazo hizo las funciones de falso nueve el cuarto de hora que aguantó sobre el campo. 

Porque si el escenario ya era complicado de por sí, se torcía aún más cuando el extremo gaditano, en un fuerte disparo con la zurda desde fuera del área se echaba mano a la zona del abductor y solicitaba de inmediato el cambio, marchándose del campo en camilla para dejar su puesto a Sergio Akieme. Con un equipo de circunstancias y una media inédita integrada por Robles-Robertone-Arnau había que afrontar el choque. 

Y lo cierto es que el Almería no le perdió la cara al partido y le jugó de tú a tú al Cartagena desde el primer minuto, con Robertone en plan canchero echándose el equipo a las espaldas y pisando área llegando desde segunda línea, pero sin acertar con el remate en un buen envío largo de Martos que controlaba con maestría dentro del área ni tampoco en un libre directo desde la frontal que se le marchaba alto. El argentino incluso cabeceó desviado un saque de esquina en su intento frustrado de establecer el 1-0.

Buenos minutos también los de Arvin Appiah, ofreciéndose más de lo que es habitual en su juego y forzando sendas tarjetas amarillas para Boateng y Gastón Silva en apenas un minuto de margen. Pero sin Sadiq, Sousa ni Villar al Almería le faltaba una referencia ofensiva capaz de rematar el caudal ofensivo que generaba por bandas.

Eso lo sabía Luis Carrión y el Cartagena disputó un partido inteligente en busca de su oportunidad, a sabiendas de que con paciencia llegaría. Al borde del descanso Pozo tuvo que sacar un balón bajo palos cuando Álex Gallar ya cantaba el gol tras rematar una buena asistencia de Boateng. El rechace se marchaba a córner y en el posterior saque iba a adelantarse el cuadro murciano. 

El balón buscó el área pequeña cerca del segundo palo y por allí aparecía libre de marca el uruguayo Gastón Silva para que entre ese despiste y la defectuosa salida de Fernando pudiera empujar a la red el esférico sin oposición, situando el 0-1 antes de marcharse a vestuarios. 

Lazo se duele en el suelo tras caer lesionado al cuarto de hora de juego

El Almería arrancó eléctrico la segunda mitad. Rubi se dejó en la caseta a Centelles para dar entrada al ariete del filial Caballero y en los primeros compases dispuso de un libre directo lanzado por Robertone rozando la escuadra y de un buen zurdazo desde la frontal de Puigmal que se marchó alto. Tocaba ir a por el empate, lo que supuso asumir más riesgos defensivos y dejar más espacios al rival. El canterano Robles, por ejemplo, que había estado más posicional en el primer periodo, se soltó para pisar área en el segundo acto. 

Cuando más apretaban los rojiblancos otro contratiempo en forma de lesión asomaba en su camino, esta vez provocando la marcha de Arnau Puigmal, que dejaba su sitio en el campo a un Ramazani que salí de superar la infección por coronavirus a lo largo de la semana. 

En un panorama que era hacer el 1-1 o ceder el 0-2 la UDA lo intentó por medio de Caballero en un buen disparo desviado a córner por un rival tras el cual Puigmal disponía de un buen remate raso con la zurda que Marc Martínez atajaba abajo. en las filas albinegras, a la espera del contragolpe apuntillador, Dauda dispuso de una buena ocasión para el 0-2, cuyo remate salía por encima del larguero. En el descuento Nacho Gil, que llevaba cinco minutos en el césped, veía la roja directa por una escalofriante entrada sobre el debutante Gilbert a la altura del tobillo. 

Pese a estar el partido muy abierto el marcador no llegó a moverse, concediendo el Almería su primera derrota del curso en el Juegos Mediterráneos en un partido extraño por las ausencias acumuladas que permite a sus perseguidores acercarse en la tabla clasificatoria habida cuenta de que la incidencia del coronavirus tampoco le permitió jugar el último choque de 2021 en Lugo.