Todo se decidirá en casa (0-0)

El césped del anexo, o el del Mediterráneo, ya que todavía no se sabe con seguridad el escenario en el que se jugará la vuelta el próximo domingo (11:30 horas), dictará la sentencia a una eliminatoria que en su partido de ida fue muy disputada entre la Arandina y la UD Almería B. Empate sin goles en Burgos que se da por bueno por parte de un filial que cumplió con creces en El Montecillo, donde se pudo ver un duelo muy disputado en el que cualquiera pudo ganar en el correcalles en el que se convirtió la contienda en la recta final de un encuentro en el que la lluvia y el viento tomaron protagonismo pasado el ecuador de la primera parte.

Saltó el conjunto local con las ideas claras. Se cumplió el guión que se esperaba, de su apuesta por el fútbol directo, con poco toque, pero el cuadro almeriense estuvo muy contundente en defensa desde el inicio, aunque a los de Esteban Navarro les costó elaborar juego frente a una Arandina que supo estrechar los espacios para impedir la salida al toque de su oponente. A pesar de ello, en el 4', en el primer acercamiento rojiblanco al área contraria, arrancó Sekou al espacio y fue derribado por un defensor. Los jugadores del filial pidieron penalti, pero el colegiado interpretó que no hubo nada. En el 13', un despeje de un zaguero burgalés se envenenó y puso en aprietos a Carmona, que tuvo que mandarla a córner.

Los minutos pasaban y las ocasiones claras brillaban por su ausencia, y más aún cuando, superado el ecuador de la primera parte, empezó a diluviar sobre El Montecillo. En el 36' lo intentó Sergio con una carrera por banda derecha, se internó en el área, pero su disparo, al estar muy escorado, no fue certero. Con la igualdad en el marcador, aunque con una Arandina que apretó más en ataque en los últimos minutos, el encuentro se marchó al descanso destacando la gran labor defensiva de ambos conjuntos.

En la segunda parte arreció la lluvia y el viento, pero el partido ganó en emoción.

Empezaron a llegar las ocasiones claras por ambos bandos, protagonizando la primera un filial que salió más enchufado tras el descanso, aprovechando los espacios que, ahora sí, le dejó el rival, y lo rápido que corría el esférico sobre un verde mojado. En el 53', Sekou se hizo con un balón al hueco, se marchó en velocidad de dos defensores y encaró a Carmona, pero le pegó al centro el ariete rojiblanco y pudo parar el cancerbero local.

La respuesta de los de Álvarez de los Mozos llegaría tres minutos más tarde, con un disparo muy lejano de Alfons que puso en aprietos a Batalla, que muy atento, mandó a córner por encima del larguero. Sólo un minuto más tarde, en una de las peligrosas combinaciones ofensivas entre Rodri, Adeva y Rubiato, éste último recibió al borde área pequeña pero erró en el remate y se marchó fuera por poco.

Ambos técnicos pusieron toda la carne en el asador para una recta final en la que buscaron el gol sin cesar, aunque con más ímpetu la Arandina, pero siempre se topó con una defensa sublime de un cuadro rojiblanco que pudo machacar a la contra en el 88', en un tres para uno que acabó con disparo de Chema para que mandara a saque de esquina Carmona. La última la tendría el equipo de casa, que apretó muchísimo. Marcos colgó una falta al corazón del área y Rubiato remató con fuerza de cabeza. Batalla hizo un paradón a bocajarro