SD HUESCA 1-1 UD ALMERÍA | Contracrónica

El Almería sigue gripado

  • Los rojiblancos encajan un gol de parvulario y logran empatar por medio de Robertone antes del descanso

  • Rubi corrige el desbarajuste defensivo en el segundo acto y emerge la figura de López Toca para expulsar a Akieme y Villar

  • El equipo carece de la frescura de antaño y juega de forma deslabazada, sin fluidez ni brillantez

Los jugadores festejan el tanto del empate de Robertone

Los jugadores festejan el tanto del empate de Robertone / LFP (Huesca)

El Almería tuvo un problema y una virtud en su flanco diestro en El Alcoraz (corregido por fortuna al descanso) que se ha reproducido en otros partidos a lo largo de la temporada. La virtud radica en la vocación ofensiva de Pozo como carrilero, quien acompañado esta vez por Portillo en las labores de ataque, pusieron en apuros a la zaga oscense. El problema es que a la hora de defender al malagueño le cuesta correr hacia atrás y al sevillano le ganan la espalda con facilidad, más aún si llegan tarde las coberturas del mediocentro (Samú) y las ayudas del central (Ely). Otra realidad palpable es que los de Rubi ya no juegan con la frescura de antaño, al punto de mostrar un fútbol más deslabazado, sin fluidez ni brillantez.

Conocedor de ese punto débil y de la facilidad para ganarle la espalda a la retaguardia rojiblanca, Xisco Muñoz ordenó a sus jugadores volcar la ofensiva por esa banda y el Almería vivió veinte minutos de auténtico agobio con continuas acometidas azulgranas. A los 7 de juego Florian ya avisaba con un buen centro que Dani Escriche remataba fuera desde el área pequeña. A los 11 minutos el propio Florian sacaba un buen disparo atajado por Fernando y luego era Seoane quien probaba fortuna, con otra buena respuesta del meta murciano. 

El gol local se palpaba en el ambiente e iba a llegar de la forma más bisoña, tras un saque de banda defendido como un equipo de parvulario. El balón desde la banda lo acomodaba con el pecho Escriche para devolverla facilitando el centro a la zona de castigo, donde Ignasi Miquel se coló al primer palo entre los centrales Babic y Ely para remachar de cabeza a la red.

El Almería parecía desnortado y apenas había pisado el área rival con un disparo de zurda desde la frontal de Sadiq detenido por Andrés Fernández en los primeros compases del encuentro. Pero tras el gol los de Rubi tiraron de orgullo y en una buena acción por el costado diestro con apertura de Sadiq para Portillo, el malagueño enviaba un caramelo al primer palo cabeceado con furia por Robertone anticipándose a los defensores oscenses. 

Pozo intenta marcharse de un contrario en velocidad Pozo intenta marcharse de un contrario en velocidad

Pozo intenta marcharse de un contrario en velocidad / LFP (Huesca)

La igualada no ocultó las vergüenzas defensivas indálicas, sobreviviendo en el alambre gracias a tirar la línea de fuera de juego bastante adelantada. De ese modo el colegiado anuló un penalti de Babic sobre Escriche que en principio había señalado y luego un tanto del propio Escriche, que se había ido en carrera del central serbio. 

Lo mejor del primer acto en clave local fue sin duda esa coordinación exhibida para tirar el fuera de juego 'in extremis' (con los consiguientes riesgos asumidos) y las ganas mostradas por Appiah (elegido esta vez para suplir la ausencia de Ramazani) para ofrecerse desde la banda izquierda y entrar en contacto con el balón. En el aspecto negativo, los espacios dejados para que el rival le ganase la espalda a la defensa y lo tarde que llegaban los mediocentros a las coberturas para subsanar las lagunas. 

Y apareció López Toca

Rubi corrigió al descanso el desbarajuste defensivo y lo cierto que en en la segunda mitad el Almería estuvo mejor asentado sobre el terreno de juego, concediendo muchos menos espacios al contrario. De salida la tuvo Sadiq, que llegó a embolsar el balón en la jaula, pero López Toca anulaba la acción por falta previa de Robertone y posición antirreglamentaria del nigeriano. El lance tuvo su miga porque parecía que el argentino fue el receptor de la falta y no estaba claro si el balón al africano lo impulsaba él o un contrario, dejando en tal caso sin efecto la presunta posición ilegal. 

El colegiado cántabro, recordado por el famoso "respeto" que agónicamente le reclamó José Gomes el curso pasado, iba a erigirse en protagonista al sacar con muñeca de pistolero la tarjeta roja directa tanto a Sergio Akieme (64') como a Juan Villar (92') de forma bastante rigurosa, cortándose la línea ascendente que empezaba a vislumbrar el Almería tras la prematura marcha a vestuarios del lateral zurdo. 

En la acción de Akieme es cierto que el madrileño mete el codo en su intento de frenar el avance de un adversario, pero no como para interpretar que existiera agresión, algo que hizo el colegiado tras ser llamado por el VAR para revisar el lance en vídeo. En el descuento mandaba a la ducha a Juan Villar aduciendo que había pisado a un rival sin revisarlo en la pantalla pese a que las imágenes demostraban lo contrario. 

El punto cabe darlo por bueno dadas las circunstancias y pese a la mala entrada al partido que tuvieron los unionistas en feudo oscense. El Valladolid arrebata a los de Rubi la segunda posición, pero viendo el vaso medio lleno los pucelanos están solo a un punto de distancia y el Eibar, que empataba en casa ante el Mirandés, se mantiene a 4. 

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