Antonio Marín sube peldaños

Fue Sergi el que lo hizo debutar con el primer equipo el año pasado en el Camp Nou y el que aceptó que fuera uno de los canteranos que dieran el salto esta temporada. Sin embargo, esa confianza se convirtió en incertidumbre cuando el catalán dejaba a Antonio Marín, jornada tras jornada, fuera del equipo aunque el Almería tuviera sólo a cuatro defensas disponibles, como ocurrió en la debacle de Albacete. Aunque no ha sido llegar Rivera y convertirse en titular indiscutible, puesto que en Gerona no jugó, sí que fue titular en Copa en el lateral izquierdo y su buena actuación deja claro que el domingo tiene opciones de jugar si Dubarbier sigue errante.

Tranquilo, sereno y satisfecho por comenzar a sentirse útil en el equipo, el accitano fue el invitado ayer a la tertulia de Onda Cero y Diario de Almería. Fue justo un día después de disputar su segundo encuentro de la temporada, ambos coperos, cuando el canterano mostró su ilusión, la ilusión de todo el equipo, por enderezar la situación después de la mala racha que terminó con la era Sergi. "El día del Girona ya se nos vio con más intensidad, disputando todos los balones con más mordiente. Después de los años en Primera ahora nos toca adaptarnos a Segunda y esta categoría exige este tipo de fútbol. Hemos experimentado una leve mejoría y moralmente nos viene muy bien el empate fuera de casa y la victoria ante el Nastic", que permite al Almería llegar a dieciseisavos de final de la Copa del Rey, en la que puede tocar un equipo de la Liga Europa, pero no de Liga de Campeones. Marín tiene claro quién quiere que le toque: "Me gustaría un histórico como el Athletic Club".

"El míster del Nastic dijo al terminar el partido que el Almería había estado mejor en las dos área, algo que hasta ahora siempre habían dicho de nuestros rivales. Estamos en el camino, creo que es el momento de tener paciencia y de darlo todo en el terreno de juego", como hizo desde el lateral izquierdo un Marín al que muchos quieren verlo este domingo en el importante partido frente al Elche defendiendo el costal que más problemas le causa al equipo: "Aunque estaba fuera de mi posición me sentí muy cómodo. Circulamos rápido el balón y estuvimos muy bien posicionados. Creo que es importante que rindiera a buen nivel en el lateral izquierdo porque así el míster se puede dar cuenta de que puedo ser un buen recambio", ahora que Adri Castellano está lesionado.

Ahora que parece haber pasado esas eternas jornadas en las que Marín no contaba para Sergi, el canterano desvela que lo pasaba mal. "Me sentía todavía en el filial, no iba en las convocatorias nunca aunque hubiera bajas en la defensa. Cuando Miguel Rivera se hizo cargo, me dijo que disfrutara de la situación y ahora estoy participando un poco más", a las órdenes de un técnico que lo tuvo durante dos temporadas en el filial y que sabe perfectamente cuál es su potencial. Aunque Marín es inexperto, su opinión no difiera de la del resto de equipo: Rivera merece una oportunidad. "La situación no es cómoda ni para el míster ni para nosotros. Él nos dice que nos aislemos de todo lo que se habla alrededor y que estemos centrados en él que ahora mismo es nuestro jefe".

"Lo he tenido durante dos temporadas. Llegó hace dos años cuando estábamos en descenso, a muchos puntos de la salvación y al final acabamos en mitad de la tabla. ¿Qué decir del año pasado, que fue una temporada histórica? Ha conseguido muy buenos resultados con su forma de trabajar", un trabajo no sólo físico, técnico o táctico, sino sobre todo psicológico, cercano al jugador, aunque eso sí, exigente como pocos: "Él transmite pasión e ilusión por el trabajo del día a día. Trabajamos con alegría, aunque es muy exigente. Todo le va muy bien al grupo desde su llegada, aunque sabemos que es provisional. Creo que llegamos con muy buenas sensaciones al choque frente al Elche", que a buen seguro será un referedum para Rivera. Si el Almería vence y la afición demuestra su apoyo al técnico, ¿será capaz Alfonso García de devolverlo al filial? Esos son temas presidenciales, Antonio quiere una victoria, minutos y, por qué no, mira también de reojo a España sub'21 que jugará en noviembre en el Mediterráneo.