Octavos de Final

Argentina pasa con un sufrido suficiente (1-0)

  • La albiceleste desarma poco a poco a Suiza pero no logra derribar a su rival hasta el final de la prórroga. Agarrado a Messi y Di María, sufrió de salida y en un tramo final con un cabezazo al palo de Dzemaili.

Un gol de Di María en la recta final de la prórroga permitió a Argentina derribar el entramado defensivo de Suiza y meterse en los cuartos de final del Mundial 2014. Abrazado a la intermitente genialidad de Messi y a la verticalidad del extremo, la albiceleste no terminó de ofrecer su mejor cara pero consiguió frenar las opciones helvéticas al contragolpe hasta dominar la mayor parte del encuentro.

Sufriendo hasta el final, en verdad Argentina hizo lo suficiente para ganar antes. Lo suficiente. Más no. Sólo lo suficiente. Suiza puso contra las cuerdas la pretendida intensidad albiceleste con las dos ocasiones más claras, en realidad las únicas, de la primera hora de encuentro, pero luego no volvió a aparecer cerca de Romero y haber alcanzado los penaltis habría sido un triunfazo para ellos. 

Si Gago es el único con quien Sabella puede intentar controlar el juego, parece claro que Argentina debe jugar a otra cosa en cuanto haya rivales que tengan la intención de llevar el peso. Hasta ahora, es cierto, no ha tenido ese tipo de rivales y su cruce de cuartos tampoco invita a que se produzca (ni el de una teórica semifinal). 

Así pues, toca tirar de ingenio y el ingenio tiene dos nombres en Argentina: evidentemente Messi por encima de cualquiera, y Di María. Los partidos grises de Di María han oscurecido hasta el extremo a Argentina. Principalmente porque no se puede pretender que Messi, este Messi, sea suficiente para derribar a un equipo completo. En esta Argentina en la que Higuaín pasa desapercibido y en la que la lesión de Agüero priva a Messi de su mejor complemento, todo parece poco. 

Al menos, atrás sufrió poco. Pareció por momentos que Suiza se atrevería más, pero bastante trabajo tenía con arroparse como para inquitar con cierta continuidad. Encima, Argentina salió apretando arriba haciendo muy complejo para los helvéticos sacar el balón con rapidez y llegar a zonas de peligro con mínima ventaja.

A pesar de esto, en dos acciones pudo Suiza irse al descanso arriba en el marcador y lanzar un órdago bestial a Argentina. Primero, con un pase atrás desde la cal que Xhaka enganchó para que Romero despejara con el pie. En el 40, una pérdida pilla descolocados a los centrales argentinos y a Drmic solo y con campo por delante. Para colmo Romero se quedó a media salida pero el suizo eligió la peor opción, una vaselina corta e inocente fácil para el portero. Hitzfeld no daba crédito.

A Argentina se le agotaba eso mismo, el crédito. Pero a vuelta de la pausa fue incrementando su presión. La defensa más adelantada y mordiscos por todas las partes del campo, haciendo imposible que Suiza saliera a la contra. A partir del 60, sucesión de opciones argentinas tras un mal centro de Rojo que se convirtió en casi un disparo y que Benaglio transformó en ocasión con una extraña parada. La entrada de Palacio tampoco mejora demasiado la capacidad ofensiva de Argentina, muy condensada en Messi y Di María. 

En la recta final Benaglio hace la parada del partido a disparo abajo de Messi, y en el rechace da la sensación de que Djorou puede empujar a Palacio. Pero Argentina no termina de encontrar la forma de reventar la muralla suiza y la prórroga parece un tormento para la albiceleste.

Benaglio, encima, va subiendo el nivel de sus intervenciones a medida que la insistencia argentina se ve recompensada con opciones claras de marcar. Nada más comenzar la prórroga el portero hace de pívot de baloncesto taponando un cabezazo de Garay y nada más empezar la segunda parte del tiempo extra Di María la pone en la escuadra para que la saque el buen meta centroeuropeo.

Con los penaltis asomando, Messi, con todos los suizos cercanos al acecho, muy intermitente y en ocasiones quedándose en zonas tranquilas para no desgastarse, arranca, sortea a Schär y cede a Di María, que cruza perfectamente logrando el único gol. Argentina se empeñó en dar una última oportunidad a Suiza con una sucesión inexplicable de concesiones a balón parado que le pudieron costar carísimo (remate al palo de Dzemaili en la última jugada de la prórroga), pero el respiro hondo se sintió en un Arena Cotinthians de Sao Paulo repleto de argentinos. Avanzar avanza, pero mejorar, lo que se dice mejorar, no tanto. Al final hace lo suficiente para ganar. No más. Ni menos. Y dando siempre la impresión de poder ofrecer más fútbol sin tantos trompicones.

Argentina 1: Romero; Zabaleta, Federico Fernández, Garay, Rojo (Basanta, 105'); Gago (Biglia, 106'), Mascherano, Di María; Messi, Lavezzi (Palacio, 73') e Higuaín. 

Suiza 0: Benaglio; Lichtsteiner, Djourou, Schäer, Ricardo Rodríguez; Behrami, Inler; Shaqiri, Xhaka (Gelson Fernandes, 66'), Mehmedi (Dzemaili, 113'); y Drmic (Seferovic, 82'). 

Gol: 1-0 Di María (118'). 

Árbitro: Jonas Eriksson (Suecia). Amonestó a Xhaka, Gelson Fernandes, Rojo, Garay y Di María. 

Incidencias: Partido de octavos de final del Mundial jugado en el estadio Arena Corinthians de Sao Paulo ante 63.255 espectadores.

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