La UD Almería volvió a hacer gala de su fama de 'resucitamuertos' para restablecer a un equipo que sumaba seis partidos sin conocer la victoria, acumulaba cinco derrotas consecutivas, cuatro de las cuales sin marcar. Todo saltó por los aires a los 12 minutos de juego con el primer tanto local y su posterior victoria, que impide el ascenso directo de los almerienses al ganar el Huesca al Numancia y a su vez provoca que el lunes tengan que jugarse ante el Málaga la tercera plaza para contar con ventaja de campo en el play-off, a la que ahora opta el Girona al alcanzarlo en la tabla (con peor gol average particular los catalanes, eso sí).

Con los nervios a flor de piel por lo que había en juego, el Almería saltó al terreno de juego de El Toralín algo atenazado, de lo que se aprovechó la SD Ponferradina, mejor plantada en el campo durante los primeros compases del encuentro. Los bercianos, sin pararse a hilvanar fútbol y abusando del juego directo, metieron en serios problemas a los almerienses de salida, que tenían como novedades en el once respecto al choque ante el Rayo la vuelta de Balliu (es un cohete por su banda) y a Sivera bajo palos. 

Los de Bolo, conocedores de los nervios que el meta indálico vivió ante los rayistas, probaban suerte a los cinco minutos con sendos saques de esquina en los que Ríos Reina buscó el gol olímpico, con buenos despejes de Sivera para cada una de las intentonas. El Almería no se sentía del todo cómodo, pero pudo adelantarse en el marcador con una triple ocasión a los ocho minutos, con remate inicial de Darwin parado por Manu García (ocupó la meta en lugar del cedido René para evitar suspicacias) y dos de Vada, repelido el primero por la zaga y el segundo por el propio arquero.

Sin fluidez ni fútbol combinativo, la Ponferradina aprovechó un despeje de su guardameta para hacer el 0-1 aprovechando una monumental tostada de la línea defensiva unionista. Ivi López recibió libre de marca en el balcón del área, hizo un buen control y se dispuso a encarar a Sivera, recortando previamente a Ibiza, que llegaba forzado en la carrera, y batiendo con clase al portero prestado por el Alavés. 

Los peores presagios reaparecían aunque en Huesca el electrónico todavía no se había movido. Con la media cortocircuitada, el Almería se volcó por la banda de Balliu, que volvía tras sanción descansado, y Appiah. Un centro del inglés lo remataba fuera Darwin y luego otro del propio Balliu era cabeceado por Vada por encima del larguero.

La Ponferradina se sacudía esos minutos de dominio indálico con un latigazo de Yuri desde fuera del área que se envenenaba para acabar cerca del travesaño, mientras que Juan Muñoz iba a disponer de la ocasión más clara para empatar en una falta lateral botada por Lazo que el utrerano cabeceaba alto libre de marca cuando parecía sencillo picarla al palo contrario.

En los cinco minutos de prolongación iba a llegar ese esperado tanto de la igualada. Balliu puso la directa para apurar su costado hasta alcanzar la línea de fondo y poner el pase de la muerte para que Darwin la empujase a la red sin oposición en uno de los tantos más cómodos de los 16 que ya acumula el uruguayo en su cuenta particular. El gol hacía justicia a los merecimientos de unos y otros en la primera mitad.

Juan Muñoz tuvo una buena ocasión de cabeza con el marcador en 1-0

Los almerienses pudieron mantener la dinámica positiva a la vuelta de vestuarios, pero una gran transición conducida por Darwin al galope tendido no supo culminarla Lazo al plantarse solo ante Manu García y disparar al muñeco. El gaditano iba a lamentarse del fallo porque cinco minutos después Yuri, que rezuma clase por los cuatro costados a sus 37 primaveras, recibía un balón llovido en saque de banda y le hacía un traje a Maras en una baldosa para acabar batiendo a un perplejo Sivera.

El Huesca ya ganaba en El Alcoraz ante el Numancia y el ariete brasileño de la Ponferradina buscó la sentencia para aferrar la permanencia de los suyos con un genial cambio de ritmo que dejaba roto al serbio Maras y un disparo posterior repelido por Sivera.

Desde ese instante y hasta el final los bercianos supieron contemporizar bien introduciendo cambios para adormercer el partido mientras el Almería se vio impotente en su reacción, pese a que un simple empate le servía para llegar con opciones de ascenso directa a la última jornada ante el Málaga. Contra los malacitanos, finalmente habrá que aferrar el tercer puesto, al que ahora opta el Girona de Francisco tras igualar a puntos pero con peor gol average particular.