fútbol

El hogar de la cantera

  • Jugadores de base de la UDA viven en un ambiente familiar, deportivo y educativo en la residencia Civitas

A falta de Ciudad Deportiva, la Unión Deportiva Almería se ha buscado la vida de la mejor forma posible. Y ésta no está nada mal, viendo el día a día de los jugadores de fuera de la ciudad que tiene albergados en la Residencia Universitaria Civitas. No es Valdebebas, ni La Masía o Lezama. Tampoco se asemeja a Mareo, Requexón o Tajonar. Pero dada la falta de infraestructuras que existe en la provincia al respecto, la mezcla deportiva-universitaria beneficia a ambos coletivos.

Catorce son los chavales que tiene el club rojiblanco bajo su amparo en la Residencia Universitaria Civitas. Hay más a título personal, puesto que la UDA tutela sólo a jugadores de fuera de la provincia de Almería hasta el segundo año de juvenil. A partir de ahí, ya se van a un piso o siguen allí mismo costeándose ellos su estancia, puesto que en la resi están como en casa. La conviencia es magnífica entre ellos y también con los jóvenes universitarios, de los que reciben consejos para los estudios y preguntas acerca de los entrenamientos y partidos.

Y es que la vida de estos chavales no es sólo fútbol, sino que también son estudios. Su día a día es bastante más exigente que el de un profesional en cuanto a número de horas empleadas. A las siete y media están en pie y bajan a desayunar, antes de marcharse con su tutor al Bahía de Almería, donde reciben sus clases escolares. Luego, comida, entrenamiento con su equipo y clases extraescolares, que imparte el entrenador de porteros del primer equipo, Ricardo Molina, que es licenciado en Química. Al anochecer, cena y un rato de ocio, para jugar al ping-pong, relajarse con la televisión o la videoconsola, estudiar si están los exámenes próximos...

Como futbolistas que son, los horarios de todas sus actividades son rigurosos y su comida está bien cuidada. Así, en el comedor siempre tienen pasta, carne, pescado, fruta... Una alimentación proporcionada para que puedan continuar con su crecimiento y rendir al cien por cien tanto en la escuela como en el campo de entrenamiento. Jaime López y Pedro Carpio son los dos tutores que les pone el club, y que actúan prácticamente como sus padres: los orientan por la ciudad, los llevan a los entrenamientos, en caso de necesidad son los encargados de acercarlos al médico...

Como bien dice Agustín Sánchez, coordinador de las categorías inferiores del club, cuando vienen los niños con sus padres antes de firmar, "no lo dudan en cuanto ven la residencia y hablan con el resto de futbolistas que aquí tenemos alojados". Las familias se dan cuenta de que no se han equivocado puesto que la UDA le da "mucha importancia a la educación y las notas de los niños son mejores ahora que las que sacaban antes de venir con nosotros".

Gracias a esta buena solución que es la residencia, la UDA vuelve a tener en sus bases a jugadores importantes que están destacando en las diferentes selecciones. "Hay futbolistas con predisposición a llegar lejos, como Mañas (selección española) o Yepes (andaluza), que son un ejemplo para el grupo". De hecho, los mayores de la resi suelen ir a ver los partidos de los menores, y viceversa, y "ellos mismos nos piden que les acerquemos los fines de semana a los encuentros del filial y del primer equipo cuando no coinciden con los suyos", finaliza satisfecho Agustín.

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