Cañonazos hasta en las trincheras

Hasta que bajó los brazos con el segundo gol blanco, tuvo opciones de hacer daño El respetuoso plan para no encajar pronto se fue al garete y el Almería se quitó los complejos

Pablo Laynez

24 de noviembre 2013 - 05:02

Decir que un 0-5 no es justo o que no responde a lo visto sobre el campo, es complicado. Quizás lo que más se acerca a la realidad es que el marcador fue excesivo. El Almería tiene sus armas, mucho más débiles que los cañones del Madrid. El respetuoso plan inicial de meterse en la trinchera no les sirvió a los de Francisco, que a los pocos minutos recibieron el primer cañonazo . Los rojiblancos salieron de la retaguardia, mostraron sus dientes y trataron de ganar alguna posición enemiga. Sin embargo, la ráfaga de la metralleta merengue no dejó títere con cabeza ni en las barricadas. Última hora. En las alineaciones facilitadas a la prensa, Suso aparecía como suplente. A nadie parecía extrañarle la novedad, se tomó como un castigo. Sin embargo, a última hora se informó de que el gaditano iba a ser titular y quien se quedaba en el banco era Barbosa. Suso, eso sí, estuvo más enchufado que últimamente. Un central mediocentro. A Pellerano le tocó hacer de sabueso y marcar al hombre a Isco. Como el argentino es central y el malagueño mediapunta, Pelle se vio obligado a adelantar su posición y correr por todo el terreno de juego rojiblanco detrás de él. Un portero líbero. El asturiano sabe de la importancia de vivir los partidos concentrado al cien por cien, y gracias a ello y a su buena colocación, evitó problemas a la espalda de la defensa. Su salida con la cabeza para quitarle de los pies un balón a Cristiano Ronaldo, es una de esas imágenes que se quedan grabadas. Y un delantero defensor. Es habitual ver a Rodri defendiendo saques de esquina o recuperando un balón. Pero lo que pocas veces le ha ocurrido es llevarse un pelotazo en el costillar que evitó que Óscar Díaz maquillase el resultado. Nada pudo hacer el sevillano, estaba tirado en el suelo. Efecto televisivo. Hace algunos años que la publicidad luminosa se cambió por la estática, la de toda la vida, para evitar los aparatosos y peligrosos golpes de los jugadores contra los paneles lumínicos. Aunque en el estadio no se ve, quien sigue el partido por la televisión sí que ve publicidad en movimiento. Es la nueva generación del fútbol, la tecnología que todo lo consigue. ¿El estadio de los pinchazos? Si los campos del norte se conocen como los del resfriado, el Mediterráneo lo mismo se gana su propia fama. Cristiano Ronaldo y Messi no se olvidarán de su paso por el Mediterráneo. Ambos marcaron muy pronto, encarrilaron el partido para sus intereses y se marcharon con molestias musculares. ¿Mala tierra para los Balones de Oro?

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