Centra y centra para que nadie lo aproveche
La única lectura positiva a sacar es que merece la titularidad y un rematador en condiciones
Ramis le hace una faena quitándole a Nano
Una estatua que hubieran puesto en el área del Sporting de Gijón tendría más remate que los delanteros del Almería. Era increíble ver cómo Gaspar ponía un centro, y otro, y otro, y otro, y seguía centrando de forma muy peligrosa, para que Juan Muñoz imitara a un árbitro de tenis, mirando como venía el balón desde la izquierda y se paseaba hacia la derecha. Lo mismos que hizo Santos en el primer remate de cabeza que tuvo en el área de René.
Los goles de Quique salvaron a los rojiblancos en las dos últimas temporadas. El equipo tenía el mismo estado de ánimos y de nerviosismo que ahora, con la diferencia de que había un zurdo en el área rival que se partía la cara y lograba tantos salvadores. El club dejó ir al vallisoletano y trajo a dos arietes sin olfato ninguno, lo que ha convertido al Almería en un conjunto de dominio estéril y cuyos remates brillan por su ausencia.
Si ayer llega a estar Quique, se hubiera hinchado con los centros de Gaspar. El albaceteño, nuevamente el único con ganas y cierto criterio a la hora de atacar, puso el balón en el área de Mariño decenas de veces. Pero Juan Muñoz no hizo ni el ademán de luchar por su remate. Puede ser que el centro vaya mejor o peor, al sitio o alejado, pero lo mínimo es ir a buscarlo para asustar. Es lo que hizo Santos en el 1-0, que le comió fácilmente la tostada a Joaquín para lograr un cabezazo muy complicado, que acabó en un gran gol. Como los que hacía Negredo, Ulloa o Charles, época en las que el Almería invertía para fichar a delanteros codiciados, no a gente sin equipo.
La pasividad de Juan Muñoz, con el consecuente enfado que ello genera entre los aficionados, dejó paso a algo más de tensión con Caballero y Hicham mediada la segunda parte. Sin embargo, para entonces el partido estaba más que resuelto.
Otra de las virtudes de Gaspar fue su tremendo desgaste defensivo. Ramis le hizo un flaco favor al equipo quitando a Nano, el jugador más regular en la temporada y media que lleva en Almería. Pervis no es un buen lateral, otro de esos fichajes raros que hace el equipo, y el Sporting sacó jugo por el costado izquierdo. El albaceteño robó múltiples balones, tanto en campo rival como en campo propio. ¿Para qué tanto esfuerzo si nadie hace goles?
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