Cisma espera una llamada
Es otro de los siete que cumplen contrato: "Hay que valorar si quieren seguir contando conmigo; mi primera opción es continuar", dijo ayer el sevillano en la tertulia del Gran Hotel
Domingo Cisma González (9-2-1982) fue el invitado de ayer a la tertulia organizada por Onda Cero y este diario en el restaruante Selección del Gran Hotel Almería. El defensor rojiblanco trató todos los palos, desde la inmerecida derrota en el Ono Estadi, pasando por los problemas de adaptación de su compañero de equipo y de puesto Guilherme, hasta desembocar en cómo está el asunto de la posible renovación o no de su contrato, uno de los muchos que expiran en junio de 2010.
El lateral zurdo sevillano lamentaba haber regresado de vacío una vez más de la isla balear pese a haber contraído méritos para puntuar: "El Almería dio una grandísima imagen. No me gusta apelar a la suerte, pero en este caso creo que el Mallorca se llevó un resultado injusto".
Cisma admite que tal vez se dejaron llevar por el entusiasmo del empate y terminaron perdiendo: "Quizá después del partido te queda la sensación de que el punto era bueno. Pero el equipo se vio superior y, en un momento de euforia, quiso ir a por el segundo en lugar de amarrar".
El zaguero, autor de un tanto de falta directa esta temporada en La Rosaleda, reconoció igualmente que al equipo le cuesta remar contracorriente cuando el rival se pone por delante: "Lo díficil se hizo, que era empatar. Nos cuesta cuando nos vemos en contra en el marcador. Lo más probable era que hiciéramos el segundo y a lo mejor pecamos de inexperiencia. Tampoco hay que darle mayor importancia".
La semana pasada había sido complicada para Guilherme, que confesó problemas familiares y ciertas diferencias con el club, aunque curiosamente entró en la convocatoria en detrimento de su compatriota Michel. Según Cisma, todos los componentes de la plantilla lo han arropado en estos momentos difíciles: "Lo vi bastante afectado, no sé si por problemas personales o por la entrada que le causó una lesión grave al jugador del Hércules [Ruz]. La semana fue de mal en peor, pero es joven y la directiva hace hincapié en que lo apoyemos porque es un valor del club".
Con 27 años, Cisma es un jugador cuajado en Primera, donde llegó con el ascenso, ayudó para la permanencia la campaña del debut y creció deportivamente con la cesión al Numancia. Ahora cumple su tercera temporada y, de momento, no sabe lo que le deparará el futuro, pues cumple contrato el 30 de junio de 2010.
"Antes de volver tras mi cesión, mi representante [Pablo García Quilón] se dirigió al club. Su respuesta fue que se hablaría cuando empezara la temporada. Tienen su forma de trabajar y esperamos que valoren si quieren seguir contando conmigo", manifiesta.
Su idea de partida es continuar: "La primera opción sería seguir los años que sean convenientes. Esto también es trabajo y si optan por no contar conmigo, me iré abriendo puertas en otro sitio".
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