Cada veinte años las necesidades mundiales de agua dulce se duplican, impulsadas por el crecimiento demográfico y la expansión del regadío. Según la ONU, de mantenerse la situación actual, en el año 2050, al menos una de cada cuatro personas vivirá en un país con escasez crónica o recurrente de agua.

De hecho, aunque el agua es el elemento más frecuente en la Tierra (el 70% del planeta es agua), únicamente el 2,53% del total es agua dulce y el resto es agua salada. De este porcentaje, aproximadamente las dos terceras partes del agua dulce se encuentran inmovilizadas en glaciares y al abrigo de nieves perpetuas, por lo que no pueden ser empleados por el hombre.

Hoy ya existen soluciones tecnológicas complementarias para abastecer de agua dulce a la población con garantía de estabilidad y sostenibilidad, como las desaladoras, capaces de garantizar suministros predecibles, económicos y menos sensibles a vaivenes socio-políticos. La desalación ha pasado de ser, hace 30 años, de una técnica con un nivel de impacto insignificante; a que se estima que en el año 2025 se produzcan más de 140 millones de metros cúbicos diarios de agua de mar desalada.

La desalinización está creciendo rápidamente y previsiblemente va a jugar un papel fundamental en el abastecimiento de agua en los próximos años. Este crecimiento se da con mayor fuerza en los países con una baja disponibilidad de aguas dulces y tenderá a acentuarse en los próximos años según analiza el informe Desalination Technologies: Hellenic Experience, elaborado por los investigadores Konstantinos Zotalis, Emmanuel G. Dialynas, Nikolaos Mamassis y Andreas N. Angelakis. Este informe muestra que la capacidad global de las plantas desaladoras crecerá a un ratio anual del 9% entre 2010 y 2016, con especial incidencia en Estados Unidos, China, Arabia Saudí y los Emiratos Árabes Unidos.

Otro factor económico favorable a la desalación es su carácter modular, que permite ajustar más fácilmente la oferta a la evolución de la demanda.

Acciona Agua es una empresa del Grupo Acciona que posee una amplia trayectoria en la aplicación de la tecnología de Ósmosis Inversa en la desalación de agua de mar y agua salobre, como lo demuestran las más de 75 plantas referencias, cuya producción de agua potable es 2,3 millones de m3/día. Acciona Agua posee una gran experiencia en desalación que abarca todo el ciclo de vida del proyecto: diseño, construcción, puesta en marcha, operación y mantenimiento de la planta, estando cada uno de estos pasos fuertemente apoyado por el departamento de I+D+I.

Acciona ha llevado a cabo varias plantas en Oriente Medio, como la de Al Jubail, en Arabia, con una capacidad de 100.000 m3 diarios, y que va a dar servicio tanto a la ciudad como a su complejo industrial asociado; la ampliación de la desaladora de Fujairah en Emiratos Arabes o el contrato más reciente la de operación, mantenimiento y remodelación técnica de la desaladora de Sohar en Omán.

También merece la pena mencionar la desaladora de Copiapó en Chile que abastece a la industria minera del desierto de Atacama, la desaladora de Tampa, la de Adelaida en Australia, la de Fouka en Argelia, la de Beckton en Londres etc.

Los retos actuales de la desalación son fundamentalmente la necesidad de reducir el consumo energético y la importancia de garantizar que la salmuera se devuelve al mar en diluciones no agresivas con el ecosistema. La empresa española ACCIONA es líder la investigación en esta materia, para lo que dispone de un Centro de I+D en Barcelona íntegramente destinado a mejorar los procesos de desalación y depuración.