La provincia de Almería en Navidad se puede disfrutar gracias a una sucesión de sabores propios de los productos que se elaboran en los pueblos de interior. Algunos propios de estas fechas. Dulce y salado se mezclan a la perfección en una ruta gastronómica que permite disfrutar de esta tierra con los cinco sentidos. Almería presume de llevar hasta muchas despensas productos populares como el aceite o las hortalizas. Pero también es una tierra de embutidos.

Serón, por ejemplo, se ha convertido en una parada gastronómica en la agenda. No en vano, destaca por su industria cárnica congregando este pueblo más de una decena de empresas. El jamón es un producto estrella, que tras años de trabajo y esfuerzo ha logrado la Indicación Geográfica Protegida (IGP) 'Jamón de Serón' en el Registro de Denominaciones de Origen Protegidas (DOP) e Indicaciones Geográficas Protegidas (IGP).

Visitar Serón y descubrir sus jamones y embutidos permitirá a su vez descubrir otros pueblos que como éste se encuentran enclavados en la Comarca de Almanzora y dónde hay buenos embutidos. Muy próximo está Hijate, que pertenece al municipio de Alcontar, donde también encontrar buenos jamones en diferentes fábricas. En Armuña del Almanzora durante todo el año se degustan los embutidos como morcilla, chorizo, longaniza y derivados del cerdo que se elaboran en las populares matanzas antes de la navidad.

A lo largo del Valle hay muchos pueblos que visitar y en los que descubrir bellos rincones y un rico patrimonio monumental y paisajistico. Sierro ofrece un paseo tranquilo por su casco urbano, en el que visitar su iglesia y las numerosas plazas y plazuelas que se encuentran diseminadas por sus calles más significativas.

Otra parada puede llevar hasta Purchena con su Iglesia de San Ginés, declarada Monumento Histórico-Artístico; Cantoria con su Palacio de Almanzora; Olula del Río con su Museo Casa Ibáñez; o Macael donde descubrir la historia de las canteras desde el Mirador de Las Canteras y el trabajo de los artesanos en algunas de sus fábricas.

También se puede visitar Lúcar, Parteloa o Oria, en este ultimo pueblo el visitante al pasear por sus calles el turista se puede topar con el que podría haber sido el primer templo religioso de la comarca, la Iglesia de San Gregorio Ostiense.

Dejando la comarca del Almanzora se puede saltar hasta la Alpujarra de Almería donde encontrar el lugar más dulce de la provincia en estas fechas. Se trata de Laujar de Andarax y Fondón, dos municipios muy proximos donde se encuentran dos fábricas con solera de polvorones y mantecados. Los mantecados de Fondón se exportan por toda España, al igual que los dulces que se elaboran en Laujar, tierra también conocida por sus vinos.

Viajar hasta estos dos pueblos en busca de dulces, turrones, mazapanes y, por supuesto, polvorones y mantecados ofrece la oportunidad de descubrir los pueblos de la comarca alpujarreña, 24 concretamente, que se encuentran al amparo de Sierra Nevada y bañados por el río Andarax.

Esta época del año es propicia para descubrir estos pequeños pueblos. Situado a más de 1.000 metros de altitud, se encuentra Bayarcal que es el más alto de la provincia de Almería desde el que se puede disfrutar del del Puerto de La Ragua en su parte almeriense.

Otras opciones son Padules que presume del maravilloso enclave denominado Las Canales; Terque, pueblo que ofrece una ruta por su historia a través de sus museos; Santa Cruz de Marchena, pueblo blanco coronado por una iglesia de estilo mudéjar y rodeado de cultivos de naranjos y vides.

Desde el punto de vista gastronómico visitar Canjayar para descubrir su aceite; Alboludoy, tierra de buen y reconocido vino; o Alhama donde se ofrecen las centenarias rosquillas de aceite.