La almeriense Eloísa Crespo, en la cima del jiu jitsu mundial desde Abu Dabi
ARTES MARCIALES | Jiu Jitsu
Se colgó la medalla de plata en el Máster Mundial en categoría de 70 kilogramos y es el cuarto año consecutivo que sube al podio
Encabeza el ránking mundial y europeo de la presente temporada
Hace cuatro años la almeriense Eloísa Crespo se instaló en Abu Dabi, capital de los Emiratos Árabes Unidos, tras un periplo previo por Granada y Noruega en busca de alcanzar su sueño deportivo. En 2013 había fallecido su madre y según ha contado perdió el trabajo por asistir al funeral, teniendo además que salir adelante con dos hijos pequeños y dos hermanos a su cargo.
Con constancia y tesón se ha labrado un nombre en el panorama internacional del jiu jitsu, un arte marcial japonés clásico que abarca una variedad amplia de sistemas de combate modernos basados en la defensa "sin armas" de uno o más agresores tanto armados como desarmados.
Entrenada por su marido, Gilberto Ferraz Bastos, la atleta almeriense ha logrado la machada de subir al podio durante cuatro años consecutivos en el Abu Dabi World Masters, colgándose la medalla de plata en la actual edición tras haber logrado dos oros y un bronce en las precedentes.
En una entrevista concedida a Canal Sur Radio, Crespo explicaba la dificultad añadida de esta edición: "Este año cambié de categoría, subiendo a 70 kilogramos, lo que era todo un reto porque era mucha diferencia al venir de 62 y la verdad que no ha ido tan mal al lograr la plata y quedar cerquita del oro".
Número uno del ranking mundial y europeo de la temporada, el siguiente reto en el horizonte es el campeonato de Europa de la especialidad, que se celebra el próximo mes de enero en París: "No me puedo quejar porque fue toda una sorpresa cuando me comunicaron que fui primera del ránking mundial europeo. Siempre es bueno subir al podio porque el trabajo está ahí y no llega cualquiera, estoy muy feliz y agradecida".
Monitora de jiu jitsu en Abu Dabi, cuenta lo difícil que fue adaptarse: "Al principio se pasa mal, sobre todo por el idioma, pero luego te vas acostumbrando. Es mucho contraste, son nuevas culturas y conoces nuevas experiencias. Estuve por Almería en verano después de tres años sin poder salir (por restricciones derivadas de la pandemia). Vi a la familia y fue muy emocionante. He pensado en volver, pero todavía me quedan cosas por hacer por aquí".
Su sueño es que algún día el jiu jitsu pueda convertirse en deporte olímpico, con lo que España contaría con una de las mejores especialistas femeninas: "Me gustaría que fuera deporte olímpico, pero hay muchos intereses por medio y no sé cuándo será. Habría que cambiar muchas reglas y no es fácil, pero esperamos que algún día podamos conseguirlo".
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