Habría que considerar varias circunstancias antes de evaluar el primer punto logrado por la UDA. A este equipo le falta media docena de jugadores, algunos de ellos importantísimos para la estructura del conjunto como Pozo o De la Hoz. Además, se presupone que habrá cambios en el plantel de aquí al final del mercado, como la reciente adquisición de Embarba.

Con todo ello, no solo se le plantó cara a un Real Madrid estelar como demostró en Vigo, sino que incluso los merengues perdieron tiempo en los últimos compases ante el empuje de la UDA. Y ya en Elche, el equipo de Rubi aguantó el chaparrón durante la primera mitad, para en la segunda desesperar al conjunto de Francisco hasta salir vencedor a los puntos tras el descanso.

Culpa de ello la está teniendo Rubi, que en los dos choques ha logrado dotar a su conjunto de un orden del que carecía sobre todo a finales de la pasada campaña. El sistema con tres centrales le está otorgando equilibrio, con el liderazgo imponente de Rodrigo Ely. No quiero pensar qué hubiera ocurrido si el central brasileño no hubiese fichado por la UDA tras la grave lesión de Nieto.

Fue clave en el ascenso y está siendo determinante en estos primeros compases de liga. Sin duda alguna, un jugadorazo de Primera que vino llovido del cielo, secundado por Babic que comienza a ser el mismo de hace meses y de Kaiky, que demuestra su solidez pese a su insultante juventud. Con el mencionado orden y una sólida defensa, es más fácil ir construyendo el juego que se necesita, sobre todo si como en la segunda parte una excelente ocupación del terreno de juego permite robar infinidad de balones.

La solución de Arnau en el lateral sirvió, pero lastra a un jugador que en su posición dará más de una alegría. Sin embargo sigo sin ver a Akieme, pese a ir creciendo con el paso de los minutos. Sigo creyendo que las características de Centelles son idóneas para la máxima categoría frente a las del propio Akieme.

El tema Sadiq es otra historia. Ante el Elche volvió a ser una pesadilla para la zaga rival, aunque sin acierto ni precisión. Puede que el nigeriano esté descentrado con su futuro, pues creo que en Primera puede ser tan útil como en Segunda. Veremos a ver cuál va a ser su futuro inmediato. Su pareja en la línea atacante, Ramazani, ya presentó candidatura para la máxima categoría hace una semana y la volvió a refrendar en esta segunda jornada. Como labor sorda la de Samú Costa, al que se le ve más pausado, sin perder esa chispa competitiva.

Haber puntuado ya en una categoría donde cada empate, y no digamos victoria, sabe a gloria para los equipos que luchan por no descender, tiene que dar la confianza necesaria para afrontar el partido ante el Sevilla. A partir de ahí, veremos cómo se configura definitivamente la plantilla, al menos hasta el mercado de invierno.

El hecho de confiar en el bloque de la anterior campaña está siendo rentable, a la espera de que los jugadores de más calidad aparezcan cuando se pierda el equilibrio en alguna fase de la competición. Hablando de calidad, la desafortunada entrada de Portillo al final casi le cuesta un disgusto a un equipo que pide a gritos que llegue el 1 de septiembre para que lleguen jugadores decisivos para el objetivo de la permanencia, tal y como ocurrió al cierre del pasado mercado de verano cuando Pozo y Babic llegaron en el último día. De momento, esto pinta bien.