Empezar amargado y terminar contento

Mucho se había hablado durante la semana pasada acerca del duelo Christian-Deulofeu, sobre todo porque el lateral cántabro recordó que el joven catalán aún no es Messi, y para su fortuna salió airoso. El defensor zurdo empezó dubitativo para entonarse luego: "Empecé amargado y terminé contento. A raíz de lo que se generó todos los ojos iban a estar en ese duelo. En ningún momento dije nada mal de él, es un pedazo de futbolista y necesitas ayudas para contrarrestarlo porque en el uno contra uno dispone de una velocidad endiablada. El no contar con él en la segunda parte fue una ventaja para nosotros porque este tipo de jugadores en cualquier momento te pueden revolucionar el partido".

En el manido asunto arbitral prefiere verter una dosis de diplomacia: "No creo que los árbitros vengan premeditados a perjudicar al Almería. Creo en la buena fe del Comité, pero es cierto que a día de hoy se está siendo demasiado duro con nosotros. Viendo la imagen de la expulsión de Marcelo pitar falta vale, pero sacar una tarjeta amarilla que suponga su expulsión me parece desmedido. Mi sensación en el terreno de juego es que no fue para tanto".

Christian conoció en el Racing las iras de una afición cabreada y lamenta los sucesos acaecidos en Jerez: "Yo he vivido esa circunstancia y no es una sensación grata que tus propios aficionados te estén esperando para apedrearte, insultarte o intentar amedrentarte para que consigas un mejor resultado. Lo ideal es que los aficionados estén con su equipo y esa circunstancia no les va a ayudar, todo lo contrario, va a ser una losa que van a tener y les va a perjudicar en su rendimiento".