España prepara su despedida con los suplentes

La selección española preparó este viernes su despedida del Mundial ante Australia entrenado con los suplentes y en un ambiente más parecido a un funeral que a un entrenamiento. El equipo español, actual campeón del mundo, ya está eliminado del torneo tras perder los dos primeros partidos (5-1 con Holanda y 2-0 con Chile), por lo que el duelo del lunes con Australia, también eliminada, es completamente intrascendente para la suerte del Grupo B, que tiene a Holanda y a Chile como clasificados.

La selección española realizó el entrenamiento en Curitiba bajo un ambiente gélido. No sólo en lo climatológico, sino también en los futbolístico. De nuevo faltaron las sonrisas, como en las horas que siguieron a la derrota con Chile. El ambiente de la selección española es depresivo después de dos encuentros que sirvieron no sólo para destrozar las expectativas del vigente campeón, sino para que los analistas comenzaran a hablar del final de una época y especular con el futuro de su seleccionador, Vicente del Bosque. En ese escenario, tan inesperado hace sólo una semana, el equipo español comenzó a preparar su partido de despedida de Brasil. Y probablemente lo jugará con sus reservas, según lo presenciado en las dos sesiones de trabajo registradas tras la caída ante Chile.

"No nos han salido las cosas en estos dos partidos, pero no hay que dudar de esta selección y de este grupo. Vamos a intentar terminar el partido ante Australia de la mejor manera", aseguró en rueda de prensa el centrocampista Koke, probable titular en el partido de despedida de España. Para la cita del lunes, Del Bosque piensa en futbolistas como Pepe Reina, Raúl Albiol, Juanfran, Juan Mata, Santi Cazorla o el propio Koke.

La incógnita es ver si el seleccionador le dará la titularidad a ciertos emblemas de la selección que no jugaron contra Holanda. Por ejemplo, Xavi Hernández o David Villa, quienes casi con toda seguridad están viviendo su último torneo con la selección española. Cazorla confesó que son días duros para la selección española. "Estamos mal acostumbrados y por eso la derrota fue más dura", analizó. Ahora el reto español, muy menor, está en despedirse del Mundial con la mayor dignidad posible. "Queremos ganar el último partido porque somos España. El grupo está unido y lo afrontaremos con ilusión. Intentaremos acabar lo mejor posible contra Australia. No hay que dudar de este grupo. Se merece el máximo respeto", sentenció Koke.