Estampa familiar, estampa profesional

Alfonsín y Francisco, suegro y yerno, se han convertido en primer y segundo entrenador del filial rojiblanco · Alfonsín fue técnico de Francisco cuando jugaba en el Almería en Segunda

Alfonsín y Francisco, juntos en el banquillo del Complejo Deportivo de La Cañada.
Alfonsín y Francisco, juntos en el banquillo del Complejo Deportivo de La Cañada.
Pablo Laynez / Almería

02 de diciembre 2010 - 05:02

El mundo del fútbol está lleno de historias peculiares y muy llamativas. Es curioso ver a dos hermanos enfrentándose en un partido [Raúl y Miguel Albiol lo hicieron en el Real Madrid-Murcia de Copa del Rey] o a un padre entrenando o jugando ante el equipo de su o sus hijos [Míchel y Adrián González o Periko Alonso con Xabi y Mikel Alonso]. Sin embargo, el banquillo del Almería B desde ayer miércoles se lleva la palma.

Alfonso González, Alfonsín, vuelve a ponerse el chándal para buscar la salvación del filial rojiblanco. Como el malogrado Luis Molowny, que siempre estaba para sacarle las castañas del fuego al Real Madrid, Alfonsín deja su puesto en el protocolo del club para sustituir a José María Salmerón y hacerse cargo de un equipo donde tendrá como segundo a Francisco, yerno suyo al que entrenó en etapas anteriores.

"Son coincidencias de la vida. Cuando tuve a Fran como jugador, yo tenía que ser justo con la plantilla: jugaba si se lo ganaba y no por ser de mi familia. Acabó siendo uno de los máximos goleadores de Segunda. Ahora necesito de su ayuda para sacar esto adelante, porque llevo tres años sin entrenar y él está más innovado y regenerado", comentó el entrenador nacido en Sevilla, pero que ha desarrollado el grueso de su carrera en Almería.

Alfonsín y Francisco se entienden tan bien en una cena familiar como en un partido de fútbol. El deporte es su vida y el balón los une ahora más que nunca. "Nos llevamos muy bien porque somos una familia unida y hablamos mucho de fútbol. Nos entendemos casi sin hablar. Es una alegría que esté conmigo en sus comienzos como entrenador y que forme parte de este cuerpo técnico que cuenta con toda mi confianza", dijo con orgullo.

Siempre que el Almería se lo ha pedido, Alfonsín ha estado. De hecho, en la primera rueda de prensa que dio cuando le nombraron técnico del primer equipo en Segunda y venció 1-2 en Santo Domingo pronunció una frase lapidaria: "Nací y moriré con la Unión Deportiva Almería". Ahora vuelve al banquillo del filial con la misma filosofía: "Alfonsín está en el Almería para lo que el club necesite. Al presidente no le puedo fallar cuando pide mi ayuda o mi trabajo como entrenador, aunque sea desgraciadamente para sustituir a un compañero al que también entrené y con el que me saqué el título [José María Salmerón]. Estoy para sacar esto adelante", resaltó.

Es cierto que a Alfonsín no le "pedía el cuerpo" volver al césped, pero toda Almería sabe que su carácter y sus métodos de trabajo serán el mejor aliciente que va a tener el filial. "Me reactivo cuando me pongo el chándal. En vez de creer que tengo 60 años, pienso que tengo 33 como Francisco y me ilusiono con el objetivo de salvar al equipo. Tengo la seguridad de que la plantilla va a confiar en Alfonsín". Palabras de sabio.

stats