OPINIÓN | Con un par

Falsearse y engañarse

HAY equipos, como también existen futbolistas, que se falsean a sí mismos y se creen mejor que los mejores o el mismísimo Diego Armando Maradona, el del Barça y no del Sevilla. Pero el suyo es un error eficaz porque son conscientes de sus limitaciones que manejan como una forma de superarse y de sobrevivir. El error de otros es creérselo a pies juntillas. El suyo es un error mayúsculo y con mayúsculas, porque se engañan y es mentira.

La UD Almería malvive en Primera con un estilo de juego que supera sus condiciones. Lo de sacar el balón desde atrás para generar superioridades es muy pretencioso, pero poco o nada efectivo, al menos en mi modesta opinión. El riesgo que corre el equipo cuando trata de jugar el balón desde la defensa es mucho mayor que los beneficios que reporta. Con 90 metros por delante y por muchas líneas de pase que se consigan romper, no parece el estilo ideal de un equipo en apuros.

Este tipo de juego ha de estar muy sincronizado y debe pasar por jugadores de buen pie, de un técnica muy superior a la que demuestran Ely, Babic o Chumi. Este modelo, las más de las veces queda abortado por la presión del rival o acaba con un desplazamiento en largo. Pero con todo y contra todo, los rojiblancos siguen erre que erre. La decisión tiene nombre y responde al de Rubi, alias el ‘empecinado’ . Muchos son los que han apostado por este estilo de juego.

El Villarreal, desde la llegada de Quique Setién, es uno de los ejemplos más preclaros. La UDA es el ejemplo del mal ejemplo. Es de los que peor lo hacen, pero persisten en el error, según mi modesta opinión. Lo del pata pum para arriba y esperar a la caída está mal visto. Pertenece a otra época. El fútbol moderno pasa ahora por estas nuevas propuestas, riesgosas y poco prácticas, nada ejemplares para patosos.

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