Muy emocionado, después de tanta tensión vivida en las últimas semanas y tras el partido agónico en el Anxo Carro, se mostró Fran Fernández tras lograr la UD Almería la permanencia en la Segunda División. El zapillero, con lágrimas en los ojos, recordaba que "cuando llegamos hace seis semanas dijimos que lo íbamos a conseguir y lo hemos logrado. Sin esta afición no hubiese sido posible". Además de recalcar el gran apoyo que ha recibido el conjunto rojiblanco por parte de sus seguidores en tierras lucenses, también quiso "agradecer a jugadores que han jugado lesionados. Desde fuera no se sabe, pero hemos llegado muy justos físicamente al final y es algo que hay que analizar".

La UDA llegaba a la última jornada metido en descenso y dependiendo de otros resultados, algo de lo que era muy consciente un vestuario al que Fernández inculcó el optimismo: "El domingo pasado entré al vestuario y vi a gente llorando y supe que teníamos que levantar esto". Sin duda, este ha sido uno de sus momentos más felices, una vez salvado el equipo, de su prometedora trayectoria deportiva, en la que tuvo la valentía de aceptar el reto de salvar a una UD Almería que parecía condenada a la categoría de bronce hace unas semanas. "He hecho un paréntesis en mi vida estas seis semanas. Agradecer que el club, en este momento tan difícil haya confiado en mi y en mi cuerpo técnico, que hay mucha gente que ha estado trabajando día y noche. El vestuario es una mezcla de sensaciones. Hay gente llorando, otra aliviada, eufórica...", admitió el entrenador almeriense.

También habló sobre el partido que tendrá que encarar mañana el filial que dirigió y que se juega el ascenso a la Segunda B y quiso "pedir disculpas al cuerpo técnico del filial, que le hemos quitado jugadores importantes, pero mañana estarán en Aranda de Duero".

Contestando a una pregunta de la prensa, Fernández dejó un dardo en relación a la implicación de ciertos jugadores: "En esta situaciones hay gente que está y que no está. Pero lo hemos conseguido". Para finalizar, el preparador del barrio de El Zapillo se acordó de todas las personas que han estado a su lado estas semanas y quiso dedicar la permanencia "a mi familia, a mi hija, a toda la gente que ha estado conmigo desde que estaba en un campo de tierra en categoría cadete. Ellos saben quien son. También a la prensa, que me ha apoyado mucho".