La Eurocopa de fútbol de Francia no parece apta para cardiacos: partidos ajustados, victorias por la mínima y sobre todo goles, muchos goles, en el último suspiro. Desde que arrancó la competición el 10 de junio se cuentan ya seis tantos después del minuto 90 y otros seis entre el 76 y el 90. Además, muchos de ellos cambiaron el destino del partido."Es un poco de casualidad. Los goles valen lo mismo al principio que al final", señaló el seleccionador español, Vicente del Bosque, cuyo equipo ganó en el debut 1-0 con un cabezazo de Gerard Piqué en el minuto 87.

El orden táctico de los equipos, la posibilidad de avanzar a octavos siendo tercero (con tres puntos podría valer) y la igualdad entre selecciones dejó una primera semana de competición muy ajustada. Sin embargo, los finales de los partidos están siendo la mayoría entre la agonía y el delirio.

Piqué, Dimitri Payet en dos ocasiones, Daniel Sturridge, Antoine Griezmann, Vasili Berezutski, Bastian Schweinsteiger, Pelle, Niall McGinn, Stieber y ayer Necid saben lo que es marcar entre el minuto 87 y el final del encuentro. De hecho, se anotaron los mismos goles en ese tramo que en los 45 minutos de las primeras partes. Como si de una premonición fuera, el partido inaugural se decidió con un gol agónico en el minuto 87, el de Payet en el 2-1 de Francia a Rumania. También fueron los propios anfitriones los que ataron su pase a los octavos con un 2-0 ante Albania, partido en el que los tantos de Griezmann y Payet llegaron en el 90 y en el 96.

Además de España y Francia, otras tres selecciones potentes como Inglaterra, Alemania e Italia tuvieron que sudar hasta prácticamente el pitido final antes de festejar la victoria en su debut.

En una situación similar se vieron Irlanda del Norte, Hungría y la República Checa, que sorprendieron con los últimos tantos, obras de Niall McGinn, Zoltan Stieber y Tomas Necid, en los minutos 96, 87 y 93, respectivamente.

Un total de siete goles de última hora que también responde a la importancia de los suplentes. Schweinsteiger, Griezmann, Sturridge o McGinn, entre otros, marcaron tras salir desde el banco.