La LFP ha dado un brusco frenazo a la hoja de ruta que la UD Almería se había marcado para reforzar su plantel en el presente mercado invernal. Tras revisar los números presentados por el club, la Patronal apenas le ha permitido incrementar en un millón de euros el tope salarial que puede destinar a realizar nuevas incorporaciones, según una información avanzada por Onda Cero. 

A 31 de diciembre de 2019, el Almería tenía un tope salarial cifrado en poco más de dieciocho millones de euros que ahora se eleva a poco más de diecinueve con la inyección de capital realizada por el presidente y el plan de inversiones presentado en Madrid.

De esa cantidad, los sueldos actuales del primer equipo y el filial cubren unos doce millones de euros, por lo que el margen actual para acometer incorporaciones estaría en siete millones. Cabe recordar en este punto que operaciones como las cesiones de Kaptoum o Sivera, con cláusula de compra obligatoria en caso de ascenso, no computan en este mercado.

Pero sí que trastoca los planes de la dirección deportiva respecto a fichajes ambiciosos de índole internacional. De tal modo, de todos los nombres que han sonado en los últimos días, casos del brasileño Gustavo Scarpa o los argentinos Leonel di Plácido, Matías Palacios o Julián Álvarez, el club podría estar en condiciones de afrontar solo una contratación debido al elevado gasto que supondrían dichos traspasos, pese a que todo estaba apalabrado a falta de las respectivas firmas.

De hecho, el propio Turki al-Sheikh ha anunciado un buen fichaje en los tres próximos días que bien podría tratarse de uno de esos nombres, aunque parece complicado que la operación de Di Plácido fructifique pese a llevar varios días a la espera en tierras almerienses. Sería extraño que el club invierta casi tres millones de euros que pide Lanús por su lateral diestro, teniendo dicha posición bien cubierta con Balliu y Romera, lo que podría suponer que el zaguero valenciano, uno de los candidatos a salir, se mantuviera en el plantel.

El club tiene ahora un límite salarial de 19 millones, de los cuales hay cubiertos 12, por lo que el margen para fichajes es de 7, pudiendo incrementarse con ventas

A modo de ejemplo, si el Almería firma a cualquier futbolista por 5 millones de euros y un contrato de 5 años, en el presente mercado únicamente computaría un millón, por lo que dentro de las limitaciones hay margen para afrontar un fichaje de "campanillas" y completar las necesidades vía préstamos.

En ese contexto, es muy probable que Mohamed El Assy, el encargado de dar el visto bueno final a las operaciones abiertas por el agente luso Joao Gonçalves, acelere en las próximas horas las negociaciones para que el Leganés libere la cesión de Aitor Ruibal al objeto de reforzar el ataque sin necesidad de agotar tope salarial.

Otra contratación que podría encauzarse con una fórmula similar sería la del central David Costas, si se concreta el interés por el actual jugador del Celta de Vigo, con el que hay buena sintonía tras la cesión de Rosic. Así quedaría margen para intentar cerrar a Chema Rodríguez. A este respecto cabe recordar que las relaciones del Almería con el Nottingham Forest son muy buenas tras el traspaso de Arvin Appiah, que le sirvió a los ingleses para cuadrar cuentas en un momento delicado.

Por último, está el capítulo de salidas, que también debe servir para incrementar ligeramente la cantidad disponible para acometer refuerzos más ambiciosos. En esa tesitura siguen encontrándose jugadores como René Román, Chema Núñez, Gaspar Panadero o Sekou Gassama.

El club intentó sin éxito colocar a algunos de ellos en clubes árabes a cambio de percibir un traspaso que incrementase el límite salarial, pero la mayoría ha preferido la opción de finiquitar sus contratos y aceptar alguna propuesta del mercado nacional. De hecho, efectivos como Gaspar o Sekou han sonado en las últimas horas para el Cádiz o el Eibar, respectivamente. En el caso del ariete para acabar cedido en el Racing de Santander.