Gabriel Omar Batistuta

Artrosis. El argentino llegó a hacerse pis encima al no poder salir de la cama de noche y llegar al cuarto de baño, cuya lejanía se la antojaba imposible de cubrir por culpa de esta enfermedad

El exjugador argentino se lamenta tras fallar una ocasión durante un partido con su selección.
El exjugador argentino se lamenta tras fallar una ocasión durante un partido con su selección.
Antonio Ríos

31 de agosto 2014 - 05:02

CÓRTEME las piernas Doctor". Esa frase tan radical es la que afirma haber dicho el famoso delantero de Argentina y la Fiorentina entre otros, Gabriel Batistuta. Años de fútbol, golpes, infiltraciones de cortisona en número y dosis desmedida fueron un cóctel demasiado explosivo para los tobillos de este gran jugador. El resultado, cartílago destruido, movilidad erradicada y dolor incoercible. Nada le funcionó, desde los antiinflamatorios hasta incluso la morfina. El jugador llegó a hacerse pis encima al no poder salir de la cama de noche y llegar al cuarto de baño, cuya lejanía se la antojaba imposible de cubrir. Todo ello se debe a una enfermedad, artrosis.

La artrosis es la forma de discapacidad que afecta a las articulaciones más frecuente sobre todo cuando afecta a cadera y rodilla. Puede afectar a 1 de cada 5 personas que se encuentren en estas edades, llegando a invalidar al 10% de la población que la padece. La artrosis puede ser primaria o de causa desconocida y de artrosis secundarias a alguna causa, como por ejemplo una fractura que afecte a la articulación.

Por orden de frecuencia, las articulaciones de las manos, las de la columna vertebral, la rodilla, la cadera y la del primer dedo del pie, son las más frecuentes

La progresión de esta enfermedad es exponencial dado el aumento en la prevalencia de la población anciana en nuestro días. Se estima que el número de prótesis de rodilla se incrementará en un 10% en los próximos años y las de cadera en un 2.5%.

¿Por qué duele la artrosis?

Aunque el cartílago no posee terminaciones nerviosas, se sospecha que el dolor debido a la artrosis es secundario a las lesiones de las estructuras vecinas, como una inflamación de la cápsula articular secundaria a la deformación progresiva la pierna, microfracturas del hueso que hay debajo del cartílago y sinovitis (inflamación de la articulación).

Muchas veces las manifestaciones clínicas de la artrosis son inespecíficas y se podrían dar en cualquier enfermedad músculo-esquelética como pueden ser los chasquidos, la deformidad, la rigidez o la inestabilidad.

El dolor es el motivo de consulta más frecuente del paciente artrósico. Se exacerba con el uso (mecánico) y se alivia con el reposo. Puede empeorar con el cambio de tiempo, con el frío, y suele mejorar con el calor seco local, y un clima caluroso y seco. La rigidez es el segundo motivo de consulta al médico. Suele ser matutina o bien cuando el paciente ha estado en reposo unos minutos tras haber realizado una caminata o alguna actividad. El enfermo refiere que es una sensación como si la musculatura y todo el tejido periarticular los tuvieran pegados al hueso y eso le impide moverse con normalidad.

El paciente no puede realizar sus actividades de la vida cotidiana como puede ser su aseo personal, realizar ejercicio físico o simplemente ponerse unos calcetines. A veces la causa de esa discapacidad es el dolor, otras veces es debida al estrechamiento de las superficies articulares o al mal alineamiento de una extremidad como ocurre en la gonartrosis severa, donde las rodillas, literalmente se tuercen hacia afuera; otras veces por la debilidad muscular asociada a la artrosis que puede provocar cierto grado de inestabilidad. Otro signo puede ser la inflamación de la articulación debida a la reagudización de la enfermedad y la coexistencia con una artritis, lo que provoca además del derrame dentro de la articulación, calor, enrojecimiento y dolor no sólo con el movimiento sino en reposo y sobre todo, por la noche, impidiendo el descanso nocturno.

"El dolor y la incapacidad funcional son los principales predictores de la evolución hacia una prótesis; y ambos son los mayores determinantes de pérdida de calidad de vida de los pacientes".

¿Cómo se diagnostica?

Un dato importante es que puede haber una disociación clínico-radiológica en la artrosis: pacientes con gran inflamación y dolor, pueden presentar un estudio radiográfico anodino o con poca severidad, y en cambio, Rx catastróficas pueden asociar poco dolor e incapacidad.

¿Cuál es la clave del tratamiento de la artrosis?

Los objetivos en el tratamiento de la artrosis son:

1. Aliviar el dolor.

2. Mejorar la capacidad funcional.

3. Evitar la progresión de la enfermedad.

Lo primero a la hora de prescribir un tratamiento es:

¿Cómo es el paciente?: la edad, enfermedades asociadas y la medicación actual que toma.

¿Cómo es la artrosis?: hay que valorar el grado de incapacidad, los tratamientos previos administrados, su eficacia y valorar el estadio radiológico de la enfermedad.

Se inicia tratamiento oral con paracetamol y antiinflamatorios.

Corticoides intrarticulares: Son las llamadas "infiltraciones". Reducen la inflamación y facilitan la remisión del dolor. La indicación ideal es la afectación de una articulación moderada-severa y cuya sintomatología no cede con el tratamiento habitual. Su efectividad no tiene discusión, y como cualquier otra medicación requiere no abusar ni en dosis ni en el número. Se pueden poner 3 infiltraciones, separadas cada una por una semana dos veces al año. No está demostrado que necrose el cartílago de las articulaciones ni lo destruya si se siguen las pautas correctas de administración. Batistuta reconoce que se infiltraba prácticamente antes de cada partido, lo que supone un deterioro seguro de la articulación, como ocurriría con cualquier otra medicación, si se abusa.

¿Hay fármacos que enlentezcan la progresión de la enfermedad?

Acido hialurónico intrarticular: se sabe que en la artrosis, hay un descenso del ácido hialurónico, por lo que su reemplazo puede asociarse a una mejoría de la sintomatología. Su vida media dentro de la articulación varía entre 24 horas y 2 semanas. Entre sus potenciales ventajas: Disminuye la fricción de la articulación, barrera biomecánica por su viscoelasticidad, efecto antiinflamatorio, efecto analgésico. Modula el comportamiento celular intraarticular.

Cuando todo ello no funciona, la prótesis es la mejor opción.

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