Gala León dimite y la REFT no acepta

La capitana del equipo español de la Copa Davis, Gala León, presentó ayer su dimisión, pero la Federación Española de Tenis (RFET) no aceptó la renuncia, según aseguró el diario Marca en su página web. A primera hora de la tarde y después de todas las declaraciones escuchadas en las últimas fechas, la seleccionadora presentó la dimisión.

Según las mismas fuentes, León presentó su dimisión en Londres, adonde viajó para intentar acercar posturas con los jugadores, que hoy arrancan su participación en Wimbledon. Los principales tenistas están enfrentados a la capitana y a la RFET, en una crisis que alcanzó en los últimos días un punto de no retorno.

León, elegida en septiembre 2014 como sucesora de Carlos Moyà después de que España descendiera a la segunda división de la Copa Davis, le explicó su decisión en persona a la presidenta en funciones de la RFET, Olvido Aguilera.

La capitana llamó después por teléfono a José Luis Escañuela, que fue recientemente inhabilitado por un mes como máximo mandatario del tenis español por no facilitar la documentación necesaria para someter a la Federación a una auditoría.

Al parecer, según indica el diario deportivo, ninguno de los dos directivos aceptó la dimisión de Gala, a quien invitaron a continuar hasta después de la eliminatoria de Rusia, a la que se han negado a participar Rafa Nadal y David Ferrer.

La elección de León como capitana de la Copa Davis provocó una fractura entre la RFET y la generación más exitosa de tenistas españoles. Nadal, David Ferrer, Feliciano López o Fernando Verdasco, que acumulan importantes triunfos tanto en el circuito de la ATP como en Copa Davis, mostraron públicamente en los últimos días su descontento con las últimas declaraciones de Escañuela y León.

España, que ganó cinco veces la Copa Davis desde el año 2000, perdió la categoría en septiembre de 2014 al caer con Brasil en una eliminatoria a la que ninguno de los grandes jugadores asistió. El conjunto español se medirá a Rusia del 17 al 19 de julio en Vladivostok con el objetivo de dar un primer paso para volver al Grupo Mundial.

La guerra que en los últimos meses mantienen el Consejo Superior de Deportes y la Federación Española de Tenis deparó por tanto ayer su enésimo capítulo tras una semana en la que diversos medios de comunicación han informado sobre el descontrol existente en las cuentas de la entidad federativa. Según las primeras investigaciones, en las cuentas de órganos anexos a la RFET constan gastos de 700.000 euros sin justificar, entre los que han trascendido desembolsos al Ateneo de Sevilla o a una empresa de golosinas.