Corría el año 1969 y un puñado de aficionados al fútbol se encargaron de dar a luz al Club Polideportivo Ejido, que 32 años después tocaría el cielo con el ascenso a la Segunda División. Una de aquellas personas que pusieron la primera piedra (en su caso, literalmente) fue Guillermo Lirola Lirola, socio fundador y el primer entrenador de la historia del Poli.

Antes de ponerse manos a la obra con la libreta táctica, él mismo y también José Rubio desbrozaron las explanadas sobre las que se empezaría inmediatamente a construir el viejo campo de Santo Domingo, una vez que el propio Guillermo midió y señalizó el terreno de juego, aplanándolo definitivamente para el estreno del equipo.

Jugador a finales de los 50 en la UD Ejido (el primer club ejidense federado), más de seis décadas después sigue viendo a las generaciones actuales en los partidos del Poli Ejido Club de Fútbol, el cual, le dedicó un cálido homenaje a Guillermo Lirola durante el descanso del duelo que los celestes protagonizaron el pasado domingo junto al CD Sporting de Almería, habiendo triunfo local por 4-1 en el Estadio Municipal de Santa María del Águila.

El daliense volvió a pisar el césped para recibir una placa en reconocimiento a su figura, entregada por Sergio Morales, mediocentro del Poli Ejido CF, canterano del antiguo Poli y nieto de Guillermo Lirola, fundiéndose ambos en un sentido abrazo en el que la emoción del entrañable se dejó notar en la grada, recibiendo el cariño y los aplausos de los aficionados. Este próximo domingo a las 11 horas, Guillermo estará de nuevo en primera fila, en el recibimiento del Poli Ejido de su corazón al CD Huércal en Santa María del Águila.