El Almería deja en siete su racha de victorias consecutivas y firma su primer 0-0 del curso ante un Huesca que resultó un hueso duro de roer. Los indálicos se toparon con un rival muy replegado, renunciando al balón en busca de algún contragolpe aislado o, en su defecto, de crear peligro a balón parado. Buena muestra de ello es que el dato de posesión en el ecuador del primer tiempo era apabullantemente favorable a los locales (73%-27%).

Rubi eligió a Arnau Puigmal como sustituto del sancionado Samú Costa para acompañar a De la Hoz, prolongando con dicha elección la segunda mitad del choque ante el Valladolid, por lo que Curro Sánchez entraba en el once para configurar la punta del triángulo en la medular. Los otros retoques efectuados por el preparador catalán fueron la entrada de Akieme y Portillo en los puestos de Centelles y Appiah.

Los rojiblancos arrancaron combinando con soltura y seguridad y a los tres minutos de juego ya protagonizaban la primera acción de peligro. Chumi sacaba el balón jugado desde atrás hasta que el esférico llegaba a la incipiente sociedad Arnau-Sadiq, cuya buena triangulación en banda permitía al nigeriano plantarse en línea de fondo y disparar al palo corto, donde Andrés ya tapaba portería. 

Al atacante africano se le vio particularmente ansioso por marcar después de siete jornadas sin ver portería. En la siguiente acción giraba con rapidez sobre sí mismo para desprenderse de dos rivales, pero su posterior disparo se marchaba elevado. 

Al Huesca le costaba hilvanar juego en ataque y apenas llevó peligro en una incursión en el área del carrilero Ratiu frenada por Lazo, en la que el jugador rumano reclamaba penalti por un posible agarrón que el árbitro no consideró suficiente como para derribarlo. Instantes después era Salvador quien se internaba por la banda y terminaba con un chut alto cuando podía haber apurado más la jugada.

La sociedad Arnau-Sadiq volvió a emerger a los veinte minutos, cuando otro buen tuya-mía entre ambos concluyó con otro remate de Sadiq que repelía nuevamente Andrés. El Almería pisaba área oscense con bastante facilidad y a los 23 minutos Pulido derribaba a Sadiq. El nigeriano, que ya en los entrenamientos de la semana había enviado un penalti al palo, asumió la responsabilidad de lanzarlo y lo mandó directamente fuera en su intento de emular a Panenka. 

El Huesca se marchaba vivo al descanso a tenor de lo visto en los primeros 45 minutos de juego, pero con cuatro futbolistas amonestados, casos de Gaich (que pudo ver la segunda en el 27'), Pulido, Ratiu y Joaquín, en casi todas las acciones por llegar un segundo tarde al lance con el contrario. 

Portillo volvió a la titularidad por la banda derecha

El Huesca mejoró notablemente sus prestaciones ofensivas en la segunda mitad gracias a un nombre propio, Joaquín, siempre buscado por sus compañeros para montar las transiciones a falta de juego elaborado o ataques posicionales que en el caso visitante brillaron por su ausencia. 

El rápido jugador malagueño se situó como referencia del Huesca tras la sustitución de Gaich y a la vuelta de vestuarios Fernando tuvo que anticiparse en una salida para abortar una acción con peligro. En la siguiente ocasión, un buen pase en profundidad de Marc Mateu llegaba a las botas de Joaquín quien, tras apurar la línea de fondo, la ponía atrás sobre la llegada de Seoane para que éste empujase a la red.

Sin acumular apenas merecimientos los aragoneses se veían por delante en el marcador, pero cuando ya estaban dispuesto para sacar de centro el colegiado anulaba el tanto al ser avisado por el VAR de que existía un milimétrico fuera de juego en el momento que Joaquín recibía el pase de Mateu.

El Huesca, no obstante, siguió empujando y en el 63', de nuevo Joaquín, se internaba en el área, siendo derribado por Fernando en otro lance anulado por un fuera de juego previo del andaluz. Tanto apretó Joaquín que su musculatura dijo basta, retirándose lesionado a los 77 minutos de juego. 

Ni siquiera las entradas de Appiah y Ramazani primero (el belga animó mucho la fiesta) y de Dyego Sousa y Juan Villar en la recta final sirvieron para que el Almería pudiera evitar el primer 0-0 cosechado a lo largo del curso que, no obstante, mantiene a los rojiblancos como líderes privilegiados de la clasificación.