Infiltrado en Reus
Eric destaca la tremenda rivalidad del equipo de su ciudad con el Nástic
Estudia con dos jugadores rojinegros y les recuerda que ya están de vacaciones
Con su camiseta rojiblanca impoluta de ilusión, Eric pasea por la Plaza de Prim, donde el Reus realiza sus celebraciones cada temporada. Le acompaña su madrina, Encarna González, seguidora incondicional del equipo catalán. La estampa es curiosa, a días de que ambos equipos se enfrenten con la permanencia del Almería en juego y una posible ayuda al Nástic de por medio. Ambos, y toda la afición rojinegra, lo tienen claro: "El objetivo y la batalla del Reus Deportivo ya la han ganado. El sábado quieren que sea una fiesta, no un drama", dice este joven cuyos abuelos emigraron desde Albox y Oria a tierras catalanas.
"Como me dijo un amigo, los deberes están hechos, pero no vamos a regalar nada. El Reus va a salir a hacer su partido, sin presión, con esfuerzo, aunque a más de uno le gustaría que la ciudad vecina descendiera", en clara referencia al Nástic de Tarragona, con quien la rivalidad es tremenda: "Sólo decirte que las ciudades se paralizan cuando llega el partido, siempre han sido enfrentamientos muy tensos, dado que muchos en Tarraco han dado la imagen de que el Reus ha sido el pobre de las afueras, que ha comido barro en Segunda B toda su vida".
Además de a hinchas del Reus y del Tarragona, Eric también conoce bien a dos jugadores rojinegros, con los que estudia en la uni. Ni ellos le han dicho que se dejarán ganar, ni él se lo pide. Pero sí que les recuerda que están de vacaciones y que espera no sufrir el varapalo del descenso, ocasionado por el equipo de la ciudad en la que vive. Allí, mañana, estará de los nervios. "Desconectaré el móvil porque seguro que mis amigos del Reus me irán comentando y los del Nastic me pincharán. Estaré histérico", finaliza confiado en que tendrá algo que celebrar.
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