Isidoro ante su momento

UD ALMERÍA

La lesión de Motta y la reconversión de Ximo a central dejan al sevillano como dueño del lateral diestro

En juego la salvación y una posible renovación

Isidoro protesta al colegiado tras ver una amarilla en el Anxo Carro de Lugo.
Isidoro protesta al colegiado tras ver una amarilla en el Anxo Carro de Lugo. / Adrián Fernández
Paco Gregorio

Almería, 10 de marzo 2017 - 02:31

El mes de agosto daba sus últimos coletazos y el mercado de verano estaba a punto de echar el cierre cuando la UD Almería anunciaba por sorpresa la contratación de José Isidoro Gómez Torres por una temporada. El futbolista, que había acabado contrato con el Elche y andaba sin equipo, eludía por apenas 24 horas las listas del paro firmando el martes 30 de agosto.

El movimiento unionista obedecía a una necesidad. El sábado día 27 el choque en el Carlos Tartiere ante el Real Oviedo había destapado una vía de agua en la zaga. La lesión de Dubarbier en la jornada inaugural ante el Cádiz provocó que Soriano optara por Ximo como lateral zurdo, dando entrada a Iago Díaz en el carril diestro.

Pese a que el gallego ya había jugado en esa posición la campaña anterior a las órdenes de Joan Carrillo cumpliendo, lo cierto es que ese día el conjunto carbayón entró como cuchillo en mantequilla por ese costado. El club activó el sistema de alerta y horas después oficializaba la llegada de Isidoro.

El sevillano, natural de Pedrera, aterrizó con la competición ya empezada y sin hacer pretemporada, por lo que su puesta a punto se prolongó más de la cuenta para poder competirle el pusto a Ximo. Tanto es así que tras su fugaz debut copero ante el Rayo Vallecano, no pudo estrenarse en Liga hasta la 19ª jornada.

Fue ante el Mirandés, en aquella extraña derrota de cierre de 2016 en Anduva (2-1), donde Soriano prescindió sin motivo aparente de Ximo y Puertas para el once (luego se supo que el presidente había anunciado al menos uno de esos dos cambios en petit comité a los abonados que acudieron a la junta de accionistas celebrada días antes).

De vuelta al banquillo en el estreno casero de 2017 frente al Getafe, el técnico maño lo recuperó para el once inicial en los dos siguientes partidos, contra Reus y Cádiz, dado el bajo rendimiento que por esas fechas estaba ofreciendo Ximo Navarro.

Ambos encuentros se saldaron con derrota por la mínima e Isidoro desapareció de las alineaciones por una lesión en el sóleo de su pierna izquierda, al punto de que Soriano tuvo que tirar del filial para completar la convocatoria ante el Oviedo, debutando ese día Garrido, jugador del B, en el carril diestro.

Coincidiendo con esas fechas finales del mes de enero el club anunció que contrataba al italiano Marco Motta por lo que restaba de curso y dos más, con lo que Isidoro se vio con un obstáculo más en su camino.

Con Soriano ya no volvió a jugar más, pero la inoportuna lesión de Motta a la media hora de juego en el debut de Fran Fernández en Lugo le ha abierto de nuevo al andaluz las puertas de la titularidad.

En el Anxo Carro disputó una hora de partido cumpliendo con su cometido en la zaga. Si bien no suele prodigarse en exceso en ataque, el partido tampoco estaba para hacerse el valiente, sino para nadar y guardar la ropa.

Con Ximo luciendo de central y Motta lesionado para casi un mes ha llegado la hora de Isidoro, que luchará por lograr la salvación y una hipotética renovación.

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