El pasado 29 de septiembre, con motivo de un Almería-Cádiz que a la postre significaría la primera derrota del curso para los rojiblancos, Ramón Fernández-Pacheco (alcalde de la capital y máximo responsable del Patronato Municipal de Deportes) y Mohamed El Assy (director general del de la UD Almería) suscribían en el antepalco del Estadio de los Juegos Mediterráneos el convenio de colaboración anual para la ocupación de la instalación deportiva.

El documento público, al que ha tenido acceso Diario de Almería, recoge con escasas variaciones las mismas cláusulas que ya tuviera durante la etapa de Alfonso García al frente de la propiedad, tratándose de una cesión en precario (sin coste a través de una tasa fijada de antemano), si bien la entidad asume todos los gastos derivados del mantenimiento de los bienes así como de la seguridad.

Además del recinto de los Juegos Mediterráneos, incluido el campo anexo y la sala de musculación interior, el acuerdo estipula que la UDA podrá hacer uso del campo municipal Juan Rojas, que en la actualidad utiliza el Unión Rugby Almería (URA) para sus entrenamientos y partidos de competición, se entiende que en caso de necesidad y dentro de los horarios previamente estipulados.

Detalle del convenio suscrito entre el alcalde y el director general rojiblanco

En el apartado de ‘Obligaciones’, la UDA se compromete a reparar de inmediato los daños causados en el recinto, reponer los elementos que componen el marcador, respetar los horarios estipulados, a la conservación integral del césped natural y sistema de riego de ambos campos, a suscribir una póliza de seguros de Responsabilidad Civil y Multirriesgo, controlar el acceso de público, hacerse responsable de la vigilancia y seguridad o someterse a un régimen sancionador en caso de incumplimiento que oscila entre los 60 y 3.000 euros de las faltas leves, de 3.000 a 15.000 las graves y hasta 30.000 las muy graves. 

Entre las estipulaciones reflejadas en el documento, el Ayuntamiento se cubre las espaldas y en el punto t) recuerda que el club deberá acometer una revisión anual de las gradas desmontables que hay en ambos fondos con el correspondiente certificado de solidez firmado por el técnico competente, mientras que también recoge que la entidad está obligada a controlar la entrada y buen uso del material de las peñas de aficionados al recinto (punto u). 

A cambio, el club tiene reconocidos derechos como el propio uso de las instalaciones, la gestión de la taquilla, las zonas de publicidad o el disfrute de 50 mupis repartidos por la ciudad durante la promoción de la campaña de abonos. El club dispone asimismo de una sala para el VAR, otra para las oficinas generales, un espacio para la Fundación y los palcos VIP.