El pequeño Mohamed (personaje imaginario) ha ido hoy a su colegio en Matagorda, Guardias Viejas o Las Norias con su camiseta de Marruecos y una sonrisa dibujada en la cara. Español de nacimiento, pertenece a la tercera generación de emigrantes, pero en su casa siguen inculcándole el apego a unas raíces, a la tierra que vio partir a sus abuelos hace décadas en un peligroso viaje en patera hasta la costa almeriense para ganarse la vida atraídos por ese milagro que empezaba a producirse en El Ejido con los cultivos de invernadero.

Mohamed, junto a sus amigos Mostafa, Ahmed o Aicha fueron algunos de los centenares de magrebíes que se echaron a las calles en muchos puntos de Almería para festejar por todo lo alto que su combinado nacional acababa de tumbar a la potente Bélgica en el Mundial de Qatar desplegando un fútbol efectivo e imaginativo, ese que nace en la delicada zurda de Ziyech. Con 4 puntos tras empatar en el duelo inaugural ante Croacia, lideran el grupo F y este jueves, ante la cenicienta Canadá, podrían confirmar su pase a octavos.

La castiza calle Manolo Escobar de El Ejido se convertía, paradójicamente, en lo más parecido a un zoco árabe el domingo a mediodía festejando la victoria de los suyos y sacando a relucir ese orgullo de pertenencia de quien tuvo que abandonar su tierra para labrarse un futuro mejor. 

A diferencia de lo acontecido en Bruselas, donde las celebraciones de la comunidad marroquí se vieron empañadas por actos de radicales violentos que quemaron vehículos y destrozaron el mobiliario urbano, en El Ejido los festejos fueron pacíficos, síntoma de la buena convivencia y la adaptación al barrio. Esas mismas celebraciones se repitieron en otros puntos de la geografía almeriense con gran presencia magrebí, como la barriada de El Puche o zonas de Campohermoso y distintos puntos del Poniente.

Los 'leones del Atlas' (nombre de guerra de su selección) quieren hacer algo grande en Qatar en su sexta participación en una Copa del Mundo. Fue la primera selección africana y del mundo árabe que ganó un partido mundialista, en la cita de Mexico 86', y en 2022 quieren llegar lo más lejos posible para llevar esa alegría desbordada a miles de expatriados repartidos por todo el mundo.

Una de las colonias más importantes está establecida en Almería y en 2010 ya hicieron suya la victoria de España en Sudáfrica, dejando al margen absurdas rencillas políticas y echándose a las calles a festejar el triunfo de la 'Roja' para recordar que también se sienten españoles. El cruce de octavos, no obstante, podría deparar un fraticida España-Marruecos. En tal caso, que gane el mejor y los derrotados apoyen al triunfador en su camino a alzar la copa.