EL Kitesurf es un deporte acuático donde el deportista, subido a una tabla, es deslizado por la superficie del agua impulsado por la fuerza de una cometa. Es una actividad física muy popular en los últimos años, ya que combina grandes dosis de adrenalina con un deporte al aire libre. Se popularizó en 1977 donde empezaron a desarrollarse prototipos parecidos a los actuales.

En España tenemos a la multicampeona del mundo, Gisela Pulido, que desde muy joven ha logrado varios entorchados y es una figura indiscutible de este deporte.

El equipamiento básico para su práctica consiste en:

-Cometa: es la parte imprescindible porque es lo que nos va a permitir impulsarnos a gran velocidad.

-Barra de dirección: es con la que se sujeta el "kiter" y permite dirigir la cometa.

-Cuerdas: parte de la cometa y se fijan a un arnés que es el que fija al deportista a la cometa. Normalmente son 4. En la mayoría de los equipos, hay una anilla de seguridad que permite soltarse de la cometa, en caso de que perdamos el control si hay vientos extremadamente fuertes, evitando así que nos arrastre.

-Casco: muy importante y no todo el mundo lo lleva. Evita los traumatismos craneoencefálicos al chocar contra el fondo del mar.

-Chaleco salvavidas.

LESIONES

Como en toda actividad deportiva, se producen lesiones. Lo que lo diferencia de otros deportes, es que éstas pueden ser muy graves y, en algún caso, con desenlace fatal.

Entre las causas más frecuentes destacan los errores técnicos por la propia inexperiencia del deportista, cometas demasiado grandes que alcanzan velocidades desmedidas que dificultan el control de la misma, el navegar con vientos de tierra inadecuados que pueden provocar velocidades muy altas con la cometa y que se pueda perder el control.

No hay muchos artículos en la literatura médica que se hayan dedicado a analizar las lesiones asociadas al kitesurf. Los que hemos podido revisar coinciden en que la incidencia de lesiones en este deporte es proporcionalmente más alto que en la mayoría. El índice de lesiones es de 7 por cada 1000 horas de práctica, siendo los pies y tobillos, la cabeza, el pecho y rodillas.

En el kitesurf las lesiones más frecuentes vienen ocasionadas por una pérdida de control de la cometa, debido a un tamaño excesivo de la misma (al menos para nuestra condición y envergadura física), falta de prudencia, errores técnicos o viento muy potente. En más de la mitad de los casos el choque se puede reducir -e incluso evitar- si rápidamente se reduce la potencia de la cometa o desenganchas la anilla de seguridad que une al depostista a ella.

Lo más común al practicar kitesurf son las abrasiones, erosiones y contusiones. Podemos salir despedidos o ser arrastrados por la arena, chocar contra otros surfistas o contra barcos o botes de recreo.

Las de pie, tobillo y rodilla (esguinces o fracturas) se suelen producir cuando el kiter es despedido de la tabla o cuando ésta se gira por la fuerza de una ola o de un aterrizaje forzoso. Pueden ir desde lo más leve, que es la simple torsión del tobillo o la rodilla, a la posibilidad de una fractura importante. Todo va a depender de la energía del traumatismo. Igualmente ocurre con los traumatismos directos sobre el tórax o sobre la cabeza

Si este último se produce en aguas poco profundas el impacto se puede multiplicar y provocar una fractura de columna vertebral, por lo que siempre es importante navegar lejos de la orilla.

En una escala menor figuran las molestias provocadas por posturas prolongadas en el tiempo, roces del material o simple sobrecarga muscular. En este grupo están las dolencias cervicales (consecuencia de dirigir la mirada constantemente hacia la cometa), las inguinales o lumbares (donde suele ir sujeto el arnés) y otras lesiones típicas como el codo de tenista o epicondilitis y la de hombro, provocadas por los constantes movimientos bruscos a los que te ves sometido. El hecho de tener que sujetar la cometa con la barra, siempre con la misma posición de las manos y el movimiento de vaivén, condicionar estas sobrecargas para los codos y hombros.

Poseer una buena técnica y ser consciente de los mecanismos de producción de lesiones, son fundamentales para poder minimizar el riesgo asociado a su práctica.

CONSEJOS BASICOS

-Toda actividad en la que se precise el uso de material para su práctica, desde el golf hasta el kitesurf, requiere una curva de aprendizaje. Es necesario ser tutelado por expertos que nos enseñarán todo lo que debemos saber para practicar este deporte de forma segura. No debemos hacerlo por nuestra cuenta.

-No debemos alejarnos de la costa en exceso, pero tampoco navegar demasiado cerca de la costa, porque podemos convertirnos en un peligro para los bañistas.

-No realizar saltos en lugares de poca profundidad. De esta manera, evitaremos el golpeo con el fondo con el consiguiente riesgo de lesión craneal o cervical.

-Usar un sistema de suelta rápida por si perdemos el control de la cometa, poder desprendernos de ella sin que nos arrastre.

-Usar casco y chaleco protector. Imprescindible cuando seamos novatos, pero no está demás si lo llevamos continuamente. Nunca se sabe.

-La cometa debe tener las medidas adecuadas a la anatomía y envergadura del practicante. Si no, no seremos capaces de gobernarla.

-Debemos conocer la playa donde vamos a navegar, presencia de rocas u otros accidentes que puedan sorprendernos.

-Conocer y saber identificar los vientos más propicios para navegar, evitando los más peligrosos cuando no tengamos la destreza necesaria.

-Ojo con los otros kiters que estén en nuestra zona. Debemos respetar la preferencia de navegación para evitar colisiones y situaciones potencialmente peligrosas.

Como cualquier actividad en la que la velocidad juega un papel importante, debemos ser precavidos, conocer lo que tenemos entre manos para evitar que una diversión se convierta en un día para olvidar. Como en todo en la vida, el sentido común es fundamental.

¡¡¡BUEN VIENTO!!