El filial rojiblanco demostró en tierras malagueñas que el lema Almería nunca se rinde le viene como anillo al dedo. Pese a irse al descanso con un 2-0 en contra, los chicos de Óscar Fernández no le perdieron la cara al partido ante un Marbella que vio como el cuadro almeriense no claudicaba ni lo más mínimo. Fermín acortaba distancias de penalti en el 59’, Caballero nivelaba el luminoso en el 65’ y Gilbert, a dos minutos del final de la contienda, aprovechaba un resbalón y errónea entrega del meta local Santomé para marcar a placer y confirmar la remontada de un Almería B que encadena su segunda victoria consecutiva.