-¿Cuál es la principal reivindicación de Feral con motivo del Día Mundial del Agua?

-Sin duda, la necesidad de reclamar un precio justo del agua. En este momento, hay muchos regantes de Almería cuyo acceso al agua peligra por motivos puramente económicos, especialmente si hablamos de agua desalada, que es la que tiene un precio más inaccesible. Es urgente cambiar esta situación, porque de seguir así puede tener consecuencias irreparables. Hay que tener en cuenta que en algunas zonas como Níjar, el agua desalada es imprescindible para poder seguir cultivando debido al agotamiento de los pozos subterráneos.

-¿De qué forma pueden conseguirse esos precios justos para el agua?

-Desde Feral reivindicamos una mayor sensibilidad de las administraciones implicadas para que sean conscientes de lo que hay en juego. La agricultura, especialmente el modelo familiar como el que tenemos en Almería, es vulnerable. Se necesitan políticas dirigidas a fortalecerlo para no perder todos los beneficios que los productores generamos en forma de empleo y de riqueza económica. Es el Gobierno de España, especialmente, el que debería liderar estas iniciativas de protección y enfocar como una cuestión de Estado la puesta en marcha de unos precios justos para el agua que además deberán evitar agravios comparativos entre diferentes zonas de producción del país.

-¿Han tenido ya algún contacto con el gobierno?

-Efectivamente, nuestros regantes asociados que pertenecen al Trasvase Tajo-Segura sí forman parte de las reivindicaciones colectivas que se han dirigido al Gobierno desde Murcia. Nosotros, como Feral, ya nos hemos manifestado públicamente en apoyo de las reivindicaciones de nuestros compañeros murcianos que ya han conseguido un borrador de Decreto de Sequía en el que se conjugan varios recursos para resolver una situación de emergencia, como pozos de sequía, facilidades económicas para el consumo de agua desalada o el fomento de los intercambios de derechos de agua.

-¿Las medidas que se aprueben para Murcia serán extensivas a Almería?

-En nuestra opinión, deben serlo, y sin más dilación. Los regantes de Almería no queremos ni aceptamos agravios, y ante los mismos problemas queremos las mismas soluciones. Si el Gobierno concede a Murcia unas condiciones especiales, debe hacerlas extensivas a otras zonas áridas donde sufrimos exactamente los mismos problemas y en las que, por cierto, generamos tanto o más beneficio económico con nuestra actividad agraria.Además, es importante resaltar que en el momento en que el precio del agua desalada sea accesible para todos los regantes, el Gobierno obtendrá una importante ventaja, ya que las plantas desaladoras que tenemos en Almería al ralentí pasarán a funcionar a pleno rendimiento y dejarán de ser infraestructuras poco útiles.

--¿Cómo valoran las ayudas públicas para la modernización de regadíos?

-Son escasas, y además se rigen por unas normas administrativas que no se adaptan a la realidad almeriense. En nuestra provincia, la mayoría de las comunidades de regantes son comunidades de bienes que, según la normativa actual, no tienen derecho a recibir subvenciones. Por este motivo, más de veinte importantes proyectos de modernización en diferentes zonas de Almería han quedado fuera de las ayudas durante la última convocatoria, algo que provoca serios perjuicios a los regantes porque se les priva de poder mejorar la eficacia en el aprovechamiento del agua y contribuir así a la gestión sostenible de los recursos.

-¿Qué sería necesario modificar para garantizar que esas ayudas llegan a los destinatarios que realmente las necesitan?

-Simplemente, permitir que cualquier organización de regantes pueda recibir las ayudas. Lo más importante es que pueda aumentarse la eficacia del regadío, lo de menos es la forma jurídica que hayan elegido los regantes para asociarse.

-¿Qué opinión tiene Feral sobre los trasvases?

-Nosotros preferimos hablar de aprovechamiento de otras masas de agua. Consideramos completamente lícito que allí donde se pueda ceder agua se comparta ese recurso con zonas donde se necesita con urgencia. En este sentido, reclamamos mayores facilidades para intercambiar derechos de agua que permitan el aprovechamiento del recurso allí donde se necesita. Sólo ponemos una condición, y es que siempre los intereses de la cuenca cedente son prioritarios y merecen nuestro máximo respeto.