Deportes

Pablo Berger: "Los toros son un espectáculo cinematográfico"

  • El director del filme 'Blancanieves' ofreció su visión de la tauromaquia y la relación con el cine

La película 'Blancanieves' se estrenó en el año 2012 y ganó el Premio Especial del Jurado y la Concha de Plata a la mejor actriz en el Festival Internacional de Cine de San Sebastián. Después arrasó en los Premios Goya con 10 estatuillas, entre las que se incluyeron el Goya a mejor director, mejor película y mejor guión original. Y para acabar su inmejorable palmarés fue denominada como la mejor película iberoamericana en los Premios Ariel de Argentina. Además, fue la elegida por la Academia del Cine para representar a España en los Oscar de hace dos años.

En ella la tauromaquia es el escenario donde se muestra lo peor y lo mejor del ser humano a través de la historia de una niña que soñó con ser torero y que tuvo que huir de su hogar para lograr que su sueño se hiciera realidad.

Pablo Berger es su director y ayer él y su deliciosa creación (también es autor del guión original de la película, llevando el clásico de los hermanos Grim a un escenario totalmente diferente) fueron los protagonistas de la segunda jornada del curso de verano sobre el mundo del toro.

Pablo dice que el término aficionado taurino le queda pequeño porque "yo soy de los que voy a ver una corrida cuando me invita un amigo. Me siento atraído por el mundo de los toros y disfruto en una plaza de toros, pero no soy un entendido ni lo sigo mucho. Yo crecí en los 60 y los 70 con esa televisión que emitía los toros todas las tardes de verano y es inevitable tener recuerdos relacionados con el toreo".

El director de 'Blancanieves' cuenta que la idea de la película nació al ver una foto en la que se veían unos bomberos toreros, de enanos toreros, que estaban mirando a la cámara. "Y había una grandeza en su mirada, a pesar de su pequeño tamaño, que pensé que allí había una película si colocaba en medio de ellos a una joven torera. Ya tenía a Blancanieves y sus enanos. Así que el elemento taurino está en el origen de la película".

A la hora de llevar la historia del cuento de los hermanos Grim a un ambiente taurino, de la España de los años 20, Berger sentía "que debía mantener algunos elementos reconocibles, pero me sentí con total libertad a la hora de crear las situaciones. En mi vida los toros aparecen en blanco y negro por aquella televisión en blanco y negro, con lo que fue muy natural llevar la historia a una película en blanco y negro".

El director de la película explicaba ayer que "yo siempre he pensado que en el mundo de los toros hay muchas historias para contar en el cine. Al igual que en un guión, en una corrida hay un principio, un desarrollo y un fin; un protagonista que es el torero y un antagonista que es el toro; y el final a veces puede ser imprevisible, aunque pocas acaban mal. Y luego hay muchos personajes secundarios: la cuadrilla, el presidente de la plaza, y el público, que también es imprescindible en el cine. A esto le añades que en una corrida hay mucho movimiento, como en un película hay acción; así que los toros es uno de los espectáculos más cinematográficos que hay".

Respecto al por qué la película es muda, sin diálogos entre personajes (salvo algunas inserciones en forma de rótulos al estilo del cine mudo de principios del siglo XX), Berger afirma que "esa mezcla de silencios con música eran fundamentales para reflejar esa tensión y la magia que se produce en el ruedo. En una corrida existe una comunicación entre el toro y el torero mediante miradas, al igual que se hablan la cuadrilla con su matador de toros sin necesidad de palabras".

En cuanto a cómo ha sido recibida la película en los países donde no hay tanta tradición taurina, el director de 'Blancanieves' dice que "no es que sea una película taurina, sino que el mundo del toro es el fondo de la historia. Yo quería una Blancanieves popular, cuyo padre no fuera el rey de España, y en los años 20 los toreros eran los reyes del pueblo y el padre de mi película es una especie de Belmonte. Pero el espectador ve una historia de amor, de desamor, los celos, la venganza; emociones muy básicas y que son universales. Yo creo que con historias locales se puede llegar a todo el mundo. Eso es lo que intenté y es lo que afortunadamente logré porque la película ha tenido una aceptación increíble en el ámbito internacional. Y seguramente, muchas personas que jamás habrían ido a ver una corrida de toros se han acercado al cine y han descubierto la magia que puede encerrar la tauromaquia".

En una de las secuencias más impactantes de la película, la protagonista indulta al toro. Berger decía ayer que salvar al animal no fue una "corrección política en el intento de gustar a todos. El guión pedía que el toro volviera al toril por pura dramaturgia. He tenido la suerte de que la película ha sido muy bien recibida por los taurinos y por los no aficionados a los toros, gente que jamás ha ido a ver una corrida. Creo que los toros era un fondo porque para mí el cine es un viaje en el tiempo. Y esta película lo es: es un viaje a los años 20, en Sevilla, donde los toros era la fiesta por excelencia y el espectáculo que unía a ricos y a pobres".

En el filme hay gran presencia del toreo cómico. Berger reconocía que lo quiso representar "con dignidad y grandeza. Antes del rodaje fui a muchas corridas cómicas del Bombero Torero o del Popeye Torero y allí vi un gran valor por parte de los enanos. Noté que ellos estaban muy orgullosos de lo que hacían y así quise reflejarlo en la película".

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios