UD ALMERÍA 1-0 CD LEGANÉS | Contracrónica

Portillo saca la varita mágica en la espesura

  • Un gol del malagueño al recoger un despeje tras tiro de Sadiq le sirve a Rubi para firmar el récord de 28 puntos tras 13 jornadas

  • El Almería desaparece en la segunda mitad, en la que el Leganés mereció igualar

Portillo sigue siendo indescifrable para las zagas rivales

Portillo sigue siendo indescifrable para las zagas rivales / Javier Alonso (Almería)

Todos los equipos deberían tener a un Portillo. El malagueño, indetectable una vez más para la zaga rival moviéndose a su aire por todo el frente de ataque, apareció para desatascar un partido que amenazaba con ponérsele feo al Almería, que sufrió de lo lindo en la segunda mitad para abrochar la victoria, con balón enviado fuera a puerta vacía por Arnáiz en la recta final incluido.

Llegaba el Leganés a Almería con una decena de bajas e inmerso en la tormenta perfecta, con su entrenador al borde de la destitución y Borja Garcés finalmente castigado por cometer la indisciplina de marcharse a la boda de su hermano en Melilla sin permiso del club ni del técnico. El entorno del conjunto pepinero daba para un serial venezolano, pero Garitano pudo sacar un once competitivo, con un buen puñado de futbolistas que hace poco militaban en Primera.

El preparador vasco, buen estratega en la parcela táctica, apostó por cerrar bien los pasillos interiores, con la clara directriz de no dejar espacios con las líneas muy juntas para evitar que Sadiq pudiera romper al hueco como acostumbra.

Y lo cierto es que durante un buen tramo del primer tiempo lo consiguió ante un Almería que se adueñaba de la posesión del esférico pero que se veía incapaz de encontrar el camino a la portería defendida por Villar. El plan de Rubi fue devolverle la titularidad al nigeriano, pero sobre todo apostar por mantener intacta la columna vertebral conformada por Fernando bajo palos, la dupla De la Hoz-Samú Costa en la media y Portillo a su aire, detectando los descubiertos en la vanguardia.

Lazo fue sustituido por Pozo a la hora de juego Lazo fue sustituido por Pozo a la hora de juego

Lazo fue sustituido por Pozo a la hora de juego / Javier Alonso (Almería)

Cinco modificaciones implementó el arquitecto de Vilassar respecto al once que maravilló en Anduva. Babic recuperó la titularidad en el eje de la zaga, en esta ocasión prefirió a Nieto y un gris Akieme en los carriles, Lazo recuperaba el flanco izquierdo para atacar y Dyego Sousa tenía que esperar en el banquillo pese a su triplete.

Una vez más Rubi volvió a demostrar que sabe lo que hace cuando mueve unas fichas y deja otras. Con el salvoconducto que le otorgan De la Hoz y Samú en la zona ancha el equipo se siente confiado para inventar arriba y a ello se pusieron, si bien con mayores dificultades de las acostumbradas por la defensa en bloque bajo planteada por los madrileños.

Apenas un disparo alto de Nieto al cuarto de hora de juego y otro de De la Hoz desde fuera del área en el 25’ que se marchaba rozando el poste en la cuenta ofensiva local, mientras que el Leganés tampoco pisaba área con asiduidad, pero lo hacía con cierto peligro. En el 18’ Fernando atajaba abajo un buen remate de Eraso y en el 35’ entre el meta murciano y el poste abortaban un buen cabezazo de Perea.

Antes de esa acción el Almería había logrado, por fin, adelantarse en el marcador. Fue en una acción iniciada por Samú Costa en la media con un pase para Lazo, que dio continuidad para la irrupción de Sadiq. El de Kaduna remató en el área salvando la salida de Villar, pero Palencia salvaba in extremis sobre la línea de gol. El rechace caía sobre Portillo, que atrae los balones para sí como un imán y el centrocampista malagueño embocaba al fondo de la red.

La segunda mitad apuntaba a ser coser y cantar con lo más difícil, abrir la lata, ya conseguido, pero sin embargo resultó un tortuoso camino de espinas, con concesiones inexplicables que metieron al Leganés en el partido. Primero lo intentaron con sendos disparos de Randjelovic y Gaku que obligaron a reponerle el título de santo a Fernando, quien repelía además un zapatazo de Arnáiz desde la frontal que buscaba la escuadra.

Ante un Almería narcotizado el cuadro pepinero se vino arriba y una falta de entendimiento entre Chumi y Fernando pudo costar muy cara. El regalo cayó en pies de Arnáiz que, de forma inexplicable, y con la portería vacía, enviaba el esférico fuera de forma incomprensible. Con el sufrido triunfo el Almería de Rubi alcanza un nuevo récord al proyectarse a 28 puntos tras 13 jornadas, nunca antes logrados.

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