Francisco Portillo, 'el hombre ascenso', acaricia la que puede convertirse en la tercera promoción de su carrera deportiva de Segunda a Primera (en 2015 lo hizo con el Betis y en 2017 con el Getafe) y en vísperas de jornadas muy estresantes por lo que habrá en juego el centrocampista malagueño receta "calma y tranquilidad" para todo el vestuario, del que valora esa mezcla de juventud y veteranía como el cóctel perfecto para remachar el objetivo. Asegura que de cara al viernes en Anoeta lo mejor es abstraerse de lo demás y centrarse única y exclusivamente en sacar los 3 puntos ante la Real B con la esperanza de poder festejarlo en casa ante la afición rojiblanca. 

¿Cómo definiría lo que viene por delante?

Con normalidad, al final lo que nos ha llevado hasta aquí es ser humildes y trabajadores, con ganas de seguir haciendo las cosas bien, nos queda ese último tirón y no hay que salirse del guión, sino ir a por la victoria. Está todo muy igualado. Con la victoria del Valladolid se ha apretado todo aún más y habrá momentos complicados el viernes, pero dando el máximo podemos lograr la victoria.

¿El triunfo del Valladolid cambió mucho los planes?

Estaba la posibilidad de que no ganara y ganando nosotros ya seríamos matemáticamente equipo de Primera, pero tampoco cambia mucho el guión, tenemos que hacer lo mismo, ganar y esperar. Es momento de centrarnos en nosotros y olvidarnos de los rivales porque estamos en una situación privilegiada y debemos rematar la faena.

Líderes y dependiendo de sí mismos...

Cualquier equipo se cambiaría porque dependemos de nosotros mismos y lo merecemos por este año increíble, pero queda el último paso y no será fácil.

De hecho la Real Sociedad B viene de sumar 9 puntos sobre 9 posibles.

Segunda ya sabemos que es muy competida y en las últimas jornadas más porque los rivales se juegan muchísimo y también está el factor externo, como el ambiente. Es momento de tener la cabeza fría y pensar con claridad.

Dicen que los filiales son capaces de lo mejor y de lo peor.

Es un rival competitivo, con jugadores muy jóvenes, con ganas de demostrar que están haciendo un buen año. En Segunda hay equipos muy veteranos, pero tienen talento y a un gran entrenador.

¿Les viene bien que tengan una propuesta atractiva de juego?

Si sale a jugar la pelota nos viene bien. Cuando juegan más defensivos es más complicado y creo que ellos irán al ataque y a por la victoria.

¿Piensa que con 79 puntos a falta de 2 jornadas estaría ya casi hecho?

No sabría decirte, la mente está en los 3 puntos del viernes y que pase lo que tenga que pasar después olvidándonos del sábado o de la próxima semana. Ojalá que podamos celebrarlo aquí.

¿Su cautela obedece a su dilatada experiencia?

Todos hemos vivido situaciones inimaginables, estamos cerca, pero aún no hay nada hecho. Necesitamos la victoria el viernes y a partir de ahí que venga lo que tenga que venir. Hay calma y tranquilidad, no hay que pensar en más allá, sino tener los pies en el suelo y confiar en lo que hacemos.

¿Dónde se ha fraguado el equilibrio que se ve en el vestuario?

Hay mezcla entre juventud y veteranía, un cóctel perfecto porque al final no puedes sacar la cabeza cuando vas bien ni hundirte cuando vas mal. Nos hemos mantenido en una línea estable durante todo el año.

Ante el Amorebieta no se les vio ansiosos en la segunda mitad. 

El otro día en la primera parte no estuvimos bien, hay que ser realistas. Al futbolista le influye un poco todo, aunque intentemos evadirnos notamos esa sensación de tenerlo cerca y de agradar. Al final nos tranquilizamos y el equipo hizo una buena segunda parte.

¿Ganas de volver a Anoeta pero ya como equipo de Primera?

El futuro nadie lo sabe, hay que vivir el presente y pasar por el viernes. El equipo no necesita ir a un estadio así para saber lo que nos estamos jugando, es muy consciente de la situación y de la importancia de lograr el objetivo. En ese sentido el equipo ha mostrado una madurez increíble.