Primera plata para la sincronizada

El equipo español de natación sincronizada conquistó su primera medalla de plata en los Mundiales de Barcelona, tras obtener la segunda mejor puntuación en la final de rutina técnica por equipos, por detrás de Rusia.

Al ritmo de Tamacum, la canción de guitarra española utilizada en el técnico por equipos en los Juegos de Londres, España sumó 94,400 puntos, muy lejos de nuevo de las rusas (96,600), pero con más de un punto de ventaja respecto a las terceras clasificadas, las ucranianas (93,300). Las tres selecciones mantuvieron la plaza conseguida en la ronda prelimimar que se celebró el primer día de competición. Rusia y Ucrania mejoraron en una décima su actuación, mientras que España empeoró su valoración en tres décimas.

El equipo que dirige Esther Jaumá contó en esta ocasión con su nueva líder, Ona Carbonell, que no nadó el preliminar para ahorrar energías con vistas a las competiciones de solo y dúo. Ona ya suma tres medallas en estos Mundiales, pues a la de plata lograda con el equipo técnico hay que sumar los dos bronces que se ha colgado en solo técnico y dúo técnico.

Ona Carbonell también disputó por la mañana la ronda preliminar del solo libre. Terminó tercera, con 94,260 puntos, por detrás de Rusia y China. Su actuación, al ritmo de Barcelona, de Freddie Mercury y Montserrat Caballé, emocionó al público, pero no terminó de concenver a los jueces. La final será mañana.

En la prueba masculina de saltos de trampolín de 1 metro el chino Li Shixin se adjudicó la medalla de oro, reeditando el título logrado hace dos años en el Mundial de Shanghai. El ucraniano Ilya Kvasha consiguió la medalla de plata, y el mexicano Alejandro Chávez, la de bronce.

Por último, en la prueba de 10 kilómetros de aguas abiertas, el nadador griego Spyridon Gianniotis consiguió la medalla de oro. La prueba estuvo repleta de emoción y hasta cuatro nadadores pelearon en el tramo final por colgarse un metal, quedando separados todos ellos por apenas una decena de segundos. Al final, el francés Damien Cattin-Vidal se quedó sin premio. El alemán Thomas Lurz logró subirse al segundo cajón del podio, mientras que el tunecino Oussama Mellouli consiguió la medalla de bronce.