La UD Almería ha retomado esta mañana los entrenamientos en el anexo del Power Horse con la mente puesta ya en la visita del Atlético de Madrid el próximo domingo a partir de las 16:15 horas. Rubi y su cuerpo técnico han contado con la participación de todos los efectivos, una vez que Leo Baptistao y Gui Guedes se han recuperado de sendos procesos gripales que les impidieron entrar en la convocatoria ante la Real Sociedad y Kaiky Fernandes está restablecido de sus dolencias musculares.

También se ejercitaron con aparente normalidad dos de los nombres propios de la actualidad rojiblanca, el guardameta Fernando Pacheco, que mantiene su pulso con la dirección deportiva para intentar hacer las maletas en el presente mercado invernal, y Sergio Akieme, con interés de varios clubes españoles para hacerse con sus servicios durante esta ventana de fichajes. 

La sorpresa saltaba mediado el entrenamiento cuando Largie Ramazani, en una acción fortuita, caía al césped con evidentes gestos de dolor en la zona del aductor derecho. El extremo belga era atendido in situ por los galenos rojiblancos, que prefirieron retirarlo en camilla para explotarlo mejor en las dependencias del interior del Estadio. Una primera impresión apunta a que todo habría quedado en un susto, tratándose de una leve elongación de la musculatura de la zona, pero en cualquier caso se convierte en duda para recibir a los colchoneros y tanto este jueves el viernes, en sesiones ya a puerta cerrada, se comprobará su progresión. 

Entre los 30 efectivos con los que trabajó Rubi y su staff técnico se encontraban los jugadores con ficha del filial pero dinámica del primer equipo, casos del portugués Gui Guedes, el eslovaco Martin Svidersky y el serbio Marko Milovanovic. Los dos últimos ya han debutado a las órdenes de Óscar Fernández en Tercera RFEF.