La Armada ha recuperado a su líder. Rafa Nadal, ausente en la eliminatoria de cuartos de final ante Estados Unidos, vuelve al combinado nacional con un único objetivo: llevar a España a una nueva final de la Copa Davis. Ni el cansancio acumulado tras su participación en el US Open -llegó a Córdoba el martes por la tarde tras caer en la final ante el serbio Novak Djokovic- ni las molestias físicas propias de una temporada muy exigente han frenado la ilusión del manacorí por defender a su país. Éste es su torneo fetiche. Una competición que ya ha ganado tres veces y que le empuja a dejarse todo sobre la pista.

La presencia de Nadal libera de presión al resto del equipo. Albert Costa ha confiado para esta semifinal ante Francia en el grupo más sólido. Ha formado un cuarteto de campanillas. El bloque que ya vapuleó hace unos meses en Austin, y sobre cemento, a Estados Unidos. Con David Ferrer como claro número dos, Fernando Verdasco y Feliciano López parecen destinados a jugar nuevamente el dobles. Son pareja habitual en el circuito. Y cada serie que pasa van claramente a más. Ya pusieron en más de un aprieto a la mejor pareja del mundo, los hermanos Bryan, y ahora quieren unirse a la fiesta ante un dúo francés mucho menos temible sobre el papel. El quinto elemento, el menos mediático, pero igualmente importante en este grupo, es Marc López. No sólo es el amigo de Rafa, su compañero de dobles; esta vez ha actuado de sparring, de invitado para completar los entrenamientos mientras se completaba el grupo.

Porque Nadal y Ferrer han llegado al equipo tras su notable participación en el US Open, en el que ambos han accedido a la segunda semana del torneo. En apenas unos días han tenido que adaptarse a una superficie muy distinta a la que llevan pisando los últimos meses, en esa gira americana que ha terminado en el impresionante complejo de Flushing Meadows. Del cemento a la tierra batida. Pero eso es territorio español. La Armada es, de lejos, el grupo más sólido sobre arcilla. Ahí es donde machaca a sus rivales, donde la calidad reluce más que la potencia. Y de eso vamos sobrados. España es el mejor equipo de la Davis de largo. Sus éxitos en 2000, 2004, 2008 y 2009 no fueron flor de un día. Confirmaron que este país es una potencia tenística. Y cuando tiene el calor de su gente, más. Ya ocurrió en Barcelona y Sevilla. Ahora le toca a Córdoba.

Los nuestros

Fernando Verdasco

Fecha nacimiento: 15 de noviembre de 1983 1 Lugar nacimiento: Madrid 1 Estatura: 1,87 metros 1 Peso: 81 kilogramos 1 Brazo Izquierdo 1 Profesional desde 2001

El héroe de la tercera Ensaladera, en aquella mítica final en Argentina. Casi siempre relegado a un segundo plano, destinado al dobles, Fer vivió sus mejores días como tenista hace tres años en Argentina. España buscaba su tercera Ensaladera bajo un ambiente infernal en Mar del Plata. Tras ganar el tercer punto junto a Feli, se erigió en el héroe de la Armada al ganar también a José Acasuso el quinto y definitivo. Esa actuación le sirvió para creerse realmente todo el potencial que atesora. Con un drive espectacular y una notable capacidad para hacer el juego de saque-volea, el madrileño alcanzó sólo unos meses después su mejor resultado en un Grand Slam: las semifinales en el Abierto de Australia. A partir de ahí firmó grandes resultados, pero este año ha vuelto a mostrar luces y sombras.

Rafael Nadal

Fecha nacimiento: 3 de junio de 1986 1 Lugar nacimiento: Manacor (islas baleares) 1 Estatura: 1,85 metros 1 Peso: 85 kilogramos 1 Brazo Izquierdo 1 Profesional desde 2001

Sencillamente, el mejor tenista español de la historia. Con diez títulos del Grand Slam, un oro olímpico, 99 semanas como número uno, Príncipe de Asturias de los Deportes, el récord de títulos en Masters 1000 (19), la plusmarca de victorias sobre tierra batida... Rafa Nadal sólo puede ser considerado el mejor tenista español de la historia y uno de los más grandes de todos los tiempos. Diestro de nacimiento, empezó a jugar al tenis con la izquierda bajo la supervisión de su tío Toni, el hombre que ha conducido su carrera hasta el estrellato. Pero a pesar de todo, sigue siendo un chico normal, que veranea en su casa de Manacor y mantiene a sus amigos de siempre. Una persona que lo da todo por su país, de ahí que la Davis sea su torneo fetiche. En 2000 vio la Ensaladera junto a sus ídolos. Hoy, él es el líder de la Armada.

David Ferrer

Fecha nacimiento: 2 de abril de 1982 1 Lugar nacimiento: jávea (alicante) 1 Estatura: 1,75 metros 1 Peso: 73 kilogramos 1 Brazo derecho 1 Profesional desde 1998

Un ocho en todo, un diez en nada; un motor diesel con un alma irreductible. No es demasiado alto, no parece demasiado fuerte. No tiene un saque demoledor, no brilla con ningún golpe en especial. Parece que no está, pero siempre acaba estando ahí. Ferru es irreductible. Incansable. Como algunos apuntaron del exmadridista Raúl en su día, quizás no sea un diez en nada, pero sí es un ocho en todo. Sobre todo en tierra -aunque ya empieza a ser un jugador completo-, donde saca a relucir ese alma que le impide rendirse, esa fuerza que le hace ser un incordio para todos sus rivales. Le falta dar el golpe en un grande. Ya ha estado en las semis del US Open 2007 y el Abierto de Australia 2011. Y en Roland Garros, su torneo favorito casi siempre, se ha cruzado con el mejor, un tal Nadal...

Feliciano López

Fecha nacimiento: 20 de septiembre de 1981 1 Lugar nacimiento: toledo 1 Estatura: 1,88 metros 1 Peso: 85 kilogramos 1 Brazo Izquierdo 1 Profesional desde 1997

Un especialista en pista rápida marcado por la inconsistencia de su juego. Quizás influenciado porque su ídolo siempre ha sido el australiano Patrick Rafter, Feli es todo un especialista en pista rápida, donde mejor puede lucir su poderoso saque y su juego en la red. De hecho, en el año 2005 se convirtió en el primer español en alcanzar los cuartos de final en Wimbledon desde que Manuel Orantes lo hiciera en 1972. Luego repitió en 2008 y este mismo año, en lo que es su mejor resultado en un Grand Slam. Pero al toledano siempre le ha marcado su inconsistencia dentro de la pista en los grandes torneos. Por eso, cuando llega a la Davis se transforma. Sabe que su papel es otro, normalmente reducido al dobles, donde suele formar una buena pareja con Fernando Verdasco.