René se lo carga todo

Mediada la década de los 80 un eslogan publicitario popularizó una furgoneta con fama de dura y fiable. Era la mítica Citroën C-15, de la que el anuncio decía "se lo carga todo". El lema viene como anillo al dedo para definir el rendimiento de René Román durante la primera vuelta de la competición.

Y es que el meta gaditano figura entre los trece futbolistas que han sido capaces de disputar de forma íntegra todos los partidos hasta el ecuador del torneo en Segunda División. Solo trece, seis de campo, forman parte del selecto grupo que han disputado los 1.890 minutos en los primeros veintiún partidos de LaLiga 1|2|3 y el arquero rojiblanco está en la lista.

Los únicos siete guardametas que han logrado defender su portería durante toda la primera vuelta han sido el propio René, además de Cifuentes (Cádiz), Remiro (Huesca), Juan Carlos (Lugo), Aitor Fernández (Numancia), Alberto García (Rayo Vallecano) y Jordi Masip (Valladolid). Más difícil suele ser que jugadores de campo no hayan sido sustituidos al menos una vez o se hayan perdido algún partido por lesión o sanción.

En los veintiún primeros partidos han disputado todos los minutos seis jugadores. Esta lista la forman los defensas Laure (Alcorcón), Víctor Díaz (Granada) y Antoñito (Valladolid), y los centrocampistas Señé (Cultural Leonesa), Seoane (Lugo) y Ramón Folch (Oviedo). Ningún delantero aparece en este grupo.

Son por tanto trece futbolistas los únicos que ostentan el privilegio de ser insustituibles para sus técnicos, en una categoría que contabiliza 550 fichas profesionales de jugadores. En el caso particular de René esa marca se le podría cortar pronto teniendo en cuenta que ante el Lugo vio la cuarta tarjeta amarilla y se sitúa a una sola amonestación de cumplir ciclo de sanción.

El meta rojiblanco ha caído de pie en el seno de la UD Almería, al punto de que entre los aficionados su contratación y la cesión de Rubén Alcaraz, ambos procedentes del Girona, se consideran los mayores aciertos de la dirección deportiva durante el pasado verano. Un puntal en la sala de máquinas y otro bajo palos que están sosteniendo al equipo en los momentos difíciles.

A René Román el éxito le ha llegado en plena madurez. Nómada del fútbol, se machacó en la Segunda División B sin caer en el desaliento pasando por diversidad de equipos como el Racing Portuense, el Betis B, el Estepona, el Cacereño, el Cartagena o el Barakaldo hasta que el Real Jaén le dio su primera oportunidad en el fútbol profesional en el curso 2013-2014.

Entonces ya había alcanzado la treintena, pero el de portero es un oficio tan sumamente especializado que dicen que se mejora con el tiempo, como los buenos vinos. Es el caso de René, que entonces inició una trayectoria ascendente que lo llevó a la Llagostera primero y al Girona después, con el que logró el ascenso el curso pasado alternando la portería con el marroquí Bono.

El conjunto catalán optó por fimar a un experto en la categoría como el veterano Iraizoz (con dudosos resultados) y el Almería se lanzó a la caza y captura de René, sin importarle los 33 años de su DNI (el pasado 15 de diciembre hizo 34). A base de trabajo ya es uno de los ídolos de la grada en el Mediterráneo, encumbrado a los altares tras detener el penalti que salvó el triunfo ante el Lugo.