Rubén gana enteros para suplir a Soriano

Javi Gracia tiene dos opciones para cubrir la sensible pérdida de Fernando Soriano, expulsado en el duelo ante el Córdoba y baja por tanto para la cita frente al Sporting de Gijón. La vertiente ofensiva pasa por dar entrada en el once a Rubén Suárez, que debutaría de este modo como titular, mientras que la defensiva significa optar por Pallardó junto a Verza en el doble pivote y que Corona actúe de mediapunta.

Son las soluciones que se barajan, si bien como posibilidad residual quedaría colocar a Carlos Calvo o Aleix Vidal ejerciendo de enganche, opción complicada y la más arriesgada de todas por poco trabajada.

Siendo en casa el encuentro y teniendo en cuenta el caudal atacante de los almerienses, la apuesta por Rubén parece más plausible, que podría debutar en la titularidad ante el conjunto en el que se formó, con la venia de Gracia: "Es el míster el que tiene que decidir porque hay jugadores que pueden actuar en ese puesto y yo trabajo durante la semana para si llega la oportunidad intentar aprovecharla. Seguro que opta por lo mejor para el equipo".

No oculta el exlevantinista que sería emotivo, pues en Mareo forjó su carrera deportiva: "Será especial porque soy futbolista gracias al Sporting, donde ha estado mi familia toda la vida. Les deseo lo mejor, pero después de ganarles. Ojalá nosotros subamos directos y el Sporting logre la promoción, les deseo lo mejor siempre y cuando mi equipo salga beneficiado, mis intereses son lo primero, defenderé a muerte al Almería y luego le desearé lo mejor al Sporting".

A diferencia de Charles, lo que sí tiene claro Rubén es que si repite el tanto que le hizo a Las Palmas lo festejará por todo lo alto: "Siempre he dicho que estando en mi casa, con mi gente, yo me debo a unos colores, y lo celebraré. Otra cosa es que esté en El Molinón y por respeto a toda la gente que allí me ha tratado bien durante toda la vida no lo haría, pero en mi casa sí".

Hijo de Cundi, mítico defensor sportinguista, Rubén incluso declara que su padre seguirá el duelo en directo y no tiene duda de a quién va a apoyar: "Vendrá y verá el partido, pero tengo claro con quién va a ir, de rojiblanco, pero no del Sporting, sino con el Almería. Salí de allí y mi padre ha jugado toda la vida allí, pero son tres puntos más. Si juego intentaré hacerlo lo mejor posible para seguir jugando y, si no, ayudar. Es un partido más especial en lo emocional. Al final la causa es la misma, que es ganar, y después espero que les vaya lo mejor posible. A lo mejor el gato Esteban alguna broma sí que me saca".

Rubén apenas disputó tres minutos en El Arcángel al salir en sustitución de Iago Falque, pero tuvo le impresionó el respaldo de la afición almeriense desde la grada: "A la afición el vestuario le da las gracias y un diez, aparte de decirles que sigan así porque nosotros vamos a dejarnos la piel en el campo. Cuando un aficionado ve que su equipo se entrega, lo da todo, y luego se puede perder, ganar o empatar. El domingo la gente tiene que ayudarnos porque su empuje en los momentos difíciles es importante y creo que no les vamos a fallar. No es fácil que fuera tanta gente después del golpe que nos habían dado".

Experto en las lides del ascenso, no en vano en su hoja de servicios figura el obtenido con el Levante, Rubén cree que lo más importante es no perder el temple: "La obsesión es mala para todo, al final ascenderá el que se lo merezca y más continuidad tenga. Nosotros estamos en disposición, tenemos doce partidos por delante y los tres puntos importantes son los del domingo. La segunda plaza está todavía en el aire y tras ganar veremos todo de distinta manera. Cuando llegué hace tres meses estábamos terceros y tras un arreón sacamos una diferencia de cuatro puntos. Ahora nos han pasado pero seguimos ahí".