"Sentir confianza es maravilloso, confiarse puede ser mortal"

U.d. almería

Lillo rehuye las euforias y dice que su principal intención es aumentar la diferencia con el descenso · Desmonta la tesis de que los visitantes van a la guerra en el Reyno de Navarra

Foto: Fran Leonardo
Foto: Fran Leonardo
Pablo Laynez / Almería

27 de marzo 2010 - 11:15

Dicen que el hombre es un animal de costumbres y Juanma Lillo es un buen ejemplo de ello. Innovó en su llegada a Almería y como las cosas le están yendo bien, prefiere no tocarlas. La victoria ante el Zaragoza del pasado miércoles ha dejado la zona de descenso a doce puntos, mientras que los puestos europeos están a seis. Ya en la rueda de prensa dijo una de esas frases que tan célebre le han hecho ["mirando hacia abajo, vamos hacia arriba"]; ayer en la rueda de prensa quiso dejar bien claro que las euforias deben de esperar al final de temporada.

"Nuestra percepción no ha variado. No tenemos por qué variar las intenciones si ahora nos está yendo bien [en referencia a que el principal objetivo sigue siendo conseguir la permanencia cuanto antes]. Sólo miramos a Osasuna, al que le llevamos cinco puntos. Queremos dejarlo el domingo a ocho más el golaverage. Europa es algo tan quimérico que llegará solo", comentó el entrenador rojiblanco que apuntó que "la semana podía haber sido mucho más favorable" si llegan a "ganar al Valencia", aunque la ventaja no ha disminuido con Tenerife y Valladolid, sino que "ha aumentado" tras los puntos del miércoles.

Como es normal, verse cada vez más lejos del descenso ha provocado que la plantilla gane en confianza y tranquilidad. El tolosarra no quiere que esto se le vuelva en contra y ya ha avisado en su vestuario de los riesgos que esto conllevaría. "Tener doce puntos sobre la zona baja puede jugar en nuestra contra, pero también es cierto que esa tranquilidad se convierte en seguridad. Sentir confianza es maravilloso, pero confiarse puede resultar mortal. No tenemos que cruzar esa delgada línea", y menos ante un rival directo y en un estadio tan complicado de ganar como es el Reyno de Navarra.

El técnico no le tiene miedo a este partido y huye de los tópicos que rodean al ambiente que crean los aficionados rojillos. De hecho, a Lillo le trae buenos recuerdos este campo. "Yo no siento que ir al Reyno de Navarra sea ir a la guerra. De hecho, cuando fui con el Salamanca no hice ningún planteamiento especial y ganamos los cuatro partidos oficiales contra Osasuna. Sólo pienso en fútbol, fútbol y más fútbol", explicó con valentía.

Lo que sí quiso destacar es que Osasuna es un equipo con mucho potencial. Los pamplonicas están abajo, pero han puesto a muchos rivales en apuros en su campo. De hecho, en Navarra nunca ha ganado el Almería desde que está en Primera División. "Ellos tienen bajas, pero recuperan a hombres importantes. Vienen de hacer un buen partido contra el Barcelona, aunque perdieron por 2-0. Es un equipo con mucha personalidad y con un carácter muy competitivo. Además, yo aprecio un huevo a José Antonio Camacho", entrenador del equipo osasunista.

Por otra parte, Lillo no quiere refugiarse en excusas ante la visita al Reyno. Ni las cinco bajas [ayer cayó lesionado Solari] ni el cansancio desanimana al entrenador rojiblanco. "Once seguro que sacamos para jugar y todavía tengo que dar una baja. Los que jueguen, van a estar en disposición de defender con orgullo la camiseta del Almería". En lo referente al cansancio, su respuesta fue clara. "No tiene por qué haber una merma por el cansancio. Yo soy de los que piensan que si la mente quiere, el músculo puede", pese a haber disputado partido el domingo en Valencia y el miércoles ante el Zaragoza.

Tras esto, Juanma Lillo aclaró que M'bami va a estar a disposición de jugar en Navarra después de haberse recuperado de un esguince en su tobillo, pero que el Tano Solari se va a quedar en tierra después de no haber podido completar el entrenamiento de ayer. El argentino ha arriesgado para estar a tope, pero unos problemas musculares lo van a dejar fuera de la lista, aunque bien es cierto que no ha contado mucho para el tolosarra.

Finalmente, Lillo echó mano de la retórica para desmontar las tesis que hablan de que tiene una flor que le está permitiendo sacar los partidos con buen resultado. "Que las cosas marchen bien o mal, no es por culpa de la suerte. Si pongo los partidos y los puntos sobre esta mesa, aún salimos perdiendo. Recordad Sevilla o Tenerife, el equipo pudo sacar más de lo que sacó", finalizó el entrenador rojiblanco, que espera terminar la semana con 39 puntos que casi certificarían la permanencia.

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