fútbol liga santander

Solari gana tiempo en el banquillo del Madrid

  • El argentino reactiva al conjunto blanco en su apuesta por Vinicius

Santiago Solari sumó dos victorias en dos partidos para defender su candidatura hasta final de temporada en el banquillo del Real Madrid, un puesto convertido actualmente en un asunto indescifrable.

Solari sigue hoy, pero mañana no se sabe. Esta es la realidad que vive el actual campeón de Europa, sujeto a los azares del destino para decidir quién maneja la nave y en qué circunstancias. El argentino ganó tiempo en la semana que lleva y le queda una más para convencer a sus dirigentes de que puede manejar al equipo. Dos semanas es el plazo máximo que marca la RFEF para ocupar un banquillo de forma interina, como es el caso de Solari, y el tiempo que tiene el Madrid para decidir quién será su entrenador. Al menos, a corto plazo. La intención inicial de Florentino Pérez era anunciar el pasado lunes tanto el despido de Julen Lopetegui como la contratación de su sucesor. Lo primero, lo fácil, sí lo hizo. Lo segundo, lo difícil, se le resistió. Y hasta ahora. Quería a Antonio Conte, pero las exigencias económicas y contractuales del italiano le hicieron desistir.

Con Solari en el banquillo, el equipo blanco consiguió al menos revertir dos tendencias: los resultados y la suerte. Estos dos son los dos asuntos que sí aguantan comparación objetiva con su antecesor. El encuentro del sábado no difirió realmente de los muchos presenciados esta temporada en el Santiago Bernabéu. El Madrid se atascó ante el gol, el rival se creció, la afición abucheó y el ataque de nervios se hizo visible en campo y gradas. La diferencia estuvo en el resultado porque esta vez sí sonrió a los blancos.

Con tan poco margen de maniobra, Solari adoptó mayoritariamente opciones dentro de la lógica y sin demasiado riesgo. Si acaso, sorprendió la suplencia de Isco y que en la segunda parte quitara a Casemiro y Bale. Ninguno de ellos se tomó demasiado bien los cambios. Y para esta semana deberá afrontar decisiones más trascendentes después de lo ocurrido ante el Valladolid. Por ejemplo, el caso Bale, ya que el galés lleva dos meses sin marcar un gol y agotó la paciencia de sus hinchas, que lo abuchearon. Todo lo contrario que Vinícius. Su entrada en el campo agitó la grada, deseosa de ver a alguien nuevo en tiempos de crisis, y lo cierto es que el muchacho no se escondió. Tiró desmarques, encaró y hasta protagonizó el momento decisivo del encuentro.

Ahora, Solari deberá decidir si invertirá la nueva semana en propiciar una transición tranquila o si aplicará mano de cirujano para algunos asuntos espinosos. De momento, lo tangible es que sigue siendo el jefe del Madrid.

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios