Soso empate ante el Villarreal B (0-0)

La UD Almería empató, 0-0, y dejó escapar la posibilidad de dormir en puestos de fase de ascenso, pero careció de acierto en los metros finales ante un Villarreal B que propuso casi las mismas armas que los locales y que actuó con una gran solidez del centro del campo hacia atrás.

Los rojiblancos lucharon sin ideas para cambiar una racha que ya dura ocho jornadas y en la que los ahora discípulos de Esteban Vigo han visto escapar una posición en fase de ascenso que parecía consolidada y que ahora peligra y mucho, por puntos, pero también por juego.

El partido, en su primera parte, fue muy táctico. Los dos equipos intentaron presionar la salida de balón del rival, si bien el Almería lo hacía con más presencia, aunque sin el resultado de la creatividad. Apenas si hubo ocasiones de gol, porque a los de Esteban Vigo, con demasiada ansiedad, les faltaba acierto en el último pase.

Tuvo más aproximaciones el Almería, pero Mariño evitó las dos primeras, en los minutos 5 y 7. Se entró entonces en un fase de posesión del balón por parte amarilla, que ocasionó llegadas, salvadas por la buena 'compostura' del equipo rojiblanco. Esteban, en el 17, desbarató, con una buena intervención, el disparo de Lucas Porcar, desde fuera del área.

El Almería jugaba con la misma ansiedad que había mostrado en sus últimos partidos hasta entrar en el último cuarto de hora, en el que comenzó el mando almeriense para no dejarlo.

En esos últimos 15 minutos, los locales dispusieron de algo más de llegada, pero no de tino. Jonathan, en el 25 recibió un buen servicio de Juanma Ortiz, pero le faltaron metros y en el 27 cabeceó otro balón centrado por el alicantino que detuvo Mariño en la misma línea de gol.

La segunda parte fue rojiblanca desde el inicio, retrasado por un apagón que duró casi diez minutos. Los locales dispusieron de ocasiones en el arranque y merecieron el gol, pero no acertaron.

Corona, en el 50; Verza, en el 51, y Carlos García, en el 59, pudieron marcar, pero los dos primeros la mandaron fuera y el tercero se encontró con un Mariño que desbarató, en el 68, la ocasión más clara. A partir de ahí, el Almería puso más corazón que cabeza, con balones colgados buscando una resolución que no llegó.