Teruel: El síndrome de Villarrobledo

Sentó muy mal en La Pinilla la victoria del Roquetas el pasado domingo (1-2) gracias al doblete de Jorge Pérez. Que la grada hubiera mostrado su descontento con el resultado, habría sido normal porque el público es soberano. Sin embargo, que la prensa no refleje lo que realmente ocurrió sobre el terreno de juego, da que pensar acerca de la ética periodística, asignatura que se imparte en las facultades en quinto de carrera. El Diario de Teruel, único que estuvo en el partido de ida junto con El Almería, realiza casi una cruzada contra los infieles roqueteros. El titular de portada ("El Teruel cae ante un Roquetas sin juego"), ya lo dice todo. En la crónica del partido, hay un par de breves que apoyan esta tesis como que: "El Roquetas exhibió un pobre catálogo de argumentos ofensivos" o "La gente pensaba que el Teruel podía pasar de chiripa, y quizás el que pasa de chiripa es el Roquetas".

A todo esto, olvidan que el que ganó fue el equipo de Gabriel Ramón Florit, y para conseguir el triunfo, hay que estar despiertos y acertados arriba. Finalmente, y en su contracrónica, El Diario de Teruel trata de levantar la moral.

"Los rojillos dan el nivel del ascenso; lo que se vio sobre el césped de Pinilla permite soñar con la remontada en Roquetas" es el titular y el subtítulo de lo que nuestro compañero Juanjo Ruiz Plaza, de Radio Ciudad, definió a la perfección como el Síndrome de Villarrobledo. Los de Emilio Larraz van a viajar hasta Almería con la certeza de que remontar es posible, porque ya lo hicieron frente a los manchegos. Sin embargo, ahora se van a encontrar a un rival crecido, cargado de moral, con ganas de celebrar el ascenso y, sobre todo, con la seguridad de que son los mejores del grupo y que tienen una oportunidad histórica de meter al Roquetas en Segunda B.