Tierra rica en viñas y bodegas

El turismo enológico está en auge. Son muchos los viajeros que se decantan por conocer el mundo del vino como una opción de ocio, cultura y descanso. Visitas a bodegas tradicionales o vanguardistas, cursos de cata de uvas, degustaciones, paseos por las fincas y los viñedos… son algunas de las propuestas que se ofrecen para que los amantes al vino, o simplemente cualquier turista, descubra los pormenores de la elaboración de los vinos.

Almería es tierra de viñas y bodegas . Cuenta con más de 800 hectáreas de viñedo, repartidas por las comarcas del Almanzora, Desierto de Tabernas, Andarax, la Alpujarra y Los Vélez. Sus vinos quizá no tengan aún el renombre de un vino de la Ribera del Duero, la Rioja, Jerez o Jumilla (Murcia). Sin embargo, en esta provincia se elaboran caldos de excelente calidad y que surgen a partir de las uvas almerienses.

Se trata de productos que cuentan con el distintivo de Vinos de la Tierra que concede la Junta de Andalucía y desde el mes de marzo con sello de Indicación Geográfica Protegida que otorga la Unión Europea.

En Almería existen un total de 18 bodegas repartidas a lo ancho y largo de la provincia. De ellas salen vinos con cinco denominaciones Vinos de la Tierra ahora también con IGP, que son Desierto de Almería , Laujar-Alpujarra, Ribera del Andarax, Norte de Almería y Sierras de las Estancias y Los Filabres.

Como el turismo enológico se afianza como una opción de ocio, de cultura… el Patronato Provincial de Turismo de Almería trabaja desde hace unos meses en impulsar la Ruta del Vino de Almería , con la que pretende descubrir la tradición vitivinícola almeriense y dar a conocer las bodegas repartidas por todo el territorio. Una ruta aún en proceso, pero que no impide que los amantes del vino se acerquen hasta Almería , puesto que muchas bodegas abren sus puertas al viajero y pensando en agasajarlo organizan visitas guiadas.

Muchas propuestas en municipios y empresas diferentes que harán de cada escapada una experiencia inolvidable. La primera opción lleva hasta el desierto de Tabernas, por qué aunque parezca increíble es posible producir vino en el desierto. Para descubrirlo solo hay que visitar las Bodegas Perfer, cuyos viñedos son los únicos que ostentan la denominación del Desierto de Almería. En Uleila del Campo se encuentra el centro neurálgico de Bodegas Perfer.

El edificio que preside las 12 hectáreas de esta finca, situada en el Paraje El Marchal. Esta firma hace una apuesta por el desarrollo del turismo enológico y por ello muy cerca de las instalaciones de la bodega disponen de un recinto denominado Villa Perfer: un conjunto de alojamiento rural compuesto por dos viviendas independientes que se ofrecen como servicio complementario a la bodega.

Ahora damos el salto hasta Alcolea para visitar la Bodega Cortijo Viejo que elabora vinos bajo el nombre de Iniza. La empresa ofrece visitas guiadas a su finca e instalaciones en el marco de la alta Alpujarra almeriense, así como otras actividades dirigidas tanto a los iniciados como a los que no tienen ningún conocimiento del mundo del vino y su cultura.

El Cortijo de la Vieja está en el término municipal de Alcolea y en él se cultivan 25 hectáreas de viñedo de las variedades syrah, tempranillo, cabernet sauvignon, merlot, petit verdot y garnacha tinta y tintorera (tintas) y jaén, vigiriega, chardonay y macabeo (blancas).

La Bodega de Alboloduy es otra parada que se recomienda a los turistas. Esta empresa ubicada en el municipio de Alboloduy oferta una excursión turística, cultural y enológica para disfrutar además de los paisajes, la historia y las costumbres de la comarca de una excelente gastronomía típica alpujarreña y unos vinos que deleitan a los paladares más exigentes.

La siguiente opción lleva al término municipal de Enix, en concreto, al Paraje Barranco del Obispo, donde está la Bodega Finca Ánfora, fundada en 1995 y especializada en los tintos, aunque elabora el Juvenal, un rosado con coupage de Garnacha, Monastrell y Merlot, fresco, afrutado, y con aromas tropicales.

La siguiente opción lleva al término municipal de Enix donde se ubica la Bodega Finca Ánfora, especializada en los tintos, aunque elabora el Juvenal, un rosado con coupage de Garnacha, Monastrell y Merlot, fresco, afrutado, y con aromas tropicales.

La cuarta propuesta lleva al viajero a Laujar de Andarax, bello pueblo blanco de la Alpujarra almeriense, con paisajes inolvidables, comidas, y vinos para degustar y recordar. En este municipio se puede visitar las Bodegas Valle de Laujar, fue fundada en el año 1991 e inaugurada en 1992.

También las bodegas Cortijo del Cura en el Paraje de Ojancos, que abre sus instalaciones al viajero y le enseña cómo se elabora un vino ecológico. De hecho, esta firma confecciono uno de los primeros vinos ecológicos de la provincia de Almería.

A pocos kilómetros de Laujar el turista puede pasar por las Bodegas y Viñedos Laujar, SAT, perteneciente a la familia Bosquet. Se trata de unos viñedos y bodegas ubicadas en el Paraje del Ferrón de Fuente Victoria en el término municipal de Fondón.

Más propuestas son una visita guiada por la bodega Antonio Jiménez (Padules) con degustación final de los vinos en la sala de cata con espectaculares vistas sobre el Barranco Los Baños. También pasear por las instalaciones de Viñedos y Bodegas Bolabana, fundada en el 2000 en la barriada de Puente de Río en Adra, además de Alto Almanzora Bodegas en el municipio de Lúcar que distribuye en el mercado vinos Este.

Diferentes y atractivas opciones que permiten al viajero conocer y participar en el proceso de elaboración del vino, sumergirse en la cultura y estilo de vida de los vinicultores, realizar catas y maridajes… En definitiva, un paseo para descubrir que Almería es tierra de vino.