UD ALMERÍA | EL ACTA DE VIVANCOS

En la UCI sin un doctor

  • Donde más está fallando el club desde la llegada de Turki Al-Sheikh es en el banquillo

  • Moreno y Lasarte han debilitado al equipo con los cambios en las segundas partes

Mendes disputa un balón con Nico Williams

Mendes disputa un balón con Nico Williams / AC (Bilbao)

Cuando se fue diseñando la plantilla de la UDA durante el pasado verano, el que más y el que menos pensó que se había dado un pequeño salto con respecto al anterior plantel. Jugadores como De la Hoz, Samú, Sousa, Portillo o Eguaras iban teniendo unos sustitutos a priori mejorables. Incluso, en la portería se contaba con un guardameta más que venía a reforzar la consolidación de Fernando en Primera. Cierto es que en el centro de la zaga sí se fueron generando más dudas y desde estas líneas se reclamó, a base de ser pesado, la necesidad de la llegada de dos centrales en el tramo final del mercado, pero a la postre sólo vino Montes. Por lo tanto, hablar ahora de mala planificación es cuando menos arriesgado, sobre todo teniendo en cuenta los ejemplos de otros años con jugadores que fueron ninguneados futbolísticamente hablando y que en pocas fechas acabaron estando en una posición de mercado ventajosa para la economía del club.

A todo esto hay que unir la racha de importantes lesiones de corta y de larga duración que está teniendo el plantel, que minimiza la aportación del sustituto que antes se veía arropado por las buenas acciones del compañero de más calidad. Si no nos ponemos en este contexto, uno comienza a decir tonterías en caliente y a comentar lo primero que se le ocurre con la decepción en el cuerpo, sin analizar con cabeza fría los detalles que a veces son más que decisivos. Dicho esto, un servidor está harto de comentar que donde más se está fallando desde la llegada de Turki es en el banquillo y en la concepción de fútbol que se quiere imponer desde la propiedad y, por ende, desde la directiva más cercana. Turki será muy amigo de Mourinho, con su fútbol defensivo, rudo y áspero, pero se ve que para su club pretende un modelo alegre que en Segunda puede triunfar, pero que en la máxima categoría de España, y más en las primeras campañas, fracasa.

Primero habría que haber buscado un técnico tipo Bordalás para consolidar el proyecto a base de morder, de defender y de aburrir a las ovejas, para que con el paso de las temporadas se pueda ir cambiado hacia un modelo más atrevido y vistoso con una base más sólida. Ese concepto tan solo lo puede ofrecer un entrenador que forme un bloque por encima de las individualidades y que, por ejemplo, no vaya a San Mamés con una alineación suicida con más jugadores ofensivos que el propio Barcelona. Cualquier proyecto tiene que crecer de abajo hacia arriba, de atrás hacia delante, pero no, la pasada campaña la UDA fue el tercer equipo más goleado y en la presente el que más encaja.

Se necesitan técnicos aguerridos que, en vez de contar con Embarba, que sigue viviendo del partido de la salvación, coloquen un doble lateral derecho con Pozo por delante para intentar frenar a Nico Williams, que deje a un solo punta y que arme un centro del campo más poblado para afrontar encuentros como el de San Mamés. Se necesita un técnico que no debilite a su propio equipo con los cambios como ha pasado con Moreno y con el propio Lasarte. Se necesita un técnico que, con un sistema bastante más conservador, imponga disciplina para que el bloque sea más ordenado y poderoso y para que el conjunto destaque por encima de cualquier individualidad.

En resumidas cuentas, se necesita un técnico que, al amparo de ese bloque con una mentalidad más destructora y defensiva, consiga esconder lo peor de cada jugador y mostrar todas sus virtudes, misión clave de todo buen entrenador. Esto que comento no es nuevo, lo llevan haciendo el Cádiz o el Mallorca durante varias temporadas, y ahora el Getafe. Si a todo esto se le unen las gotas de calidad de algún componente de la plantilla y un guardameta seguro que en caso de errores continuados vaya al banquillo, tenemos el antídoto que en estos precisos momentos necesita una UDA que no ha tenido una asistencia adecuada durante la temporada y que por ello ha entrado en la UCI en estas dos últimas jornadas con la asistencia de un ayudante enfermero, pero sin un nuevo doctor principal.

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