El segundo del Grupo C, que afronta por primera vez el reto de verse las caras con los mejores de la División de Honor B de todo el país, frente al tercero del Grupo C, que ya conoce lo que eso supone. Un derbi andaluz para comenzar y una fiesta del rugby en Las Lagunillas, transición nada traumática para los dos, viejos conocidos, hacia el nuevo contexto de competición. Se trata de algo que ambos pueden tomar como positivo, buscando una primera victoria y después, seguro, deseándose suerte para el resto de partidos.

Falu sabe que el oval dictará sentencia, pero estar aquí ya es una gran recompensa. Respecto a la primera jornada, "Jaén es un rival al que conocemos mucho y que nos conoce mucho también, siempre partidos de gran dureza e igualados, por lo que sabemos la dificultad de comenzar allí". El técnio del URA habla de "querer competir, querer ganar, pero sin renunciar a nuestra filosofía: intentar imponer nuestro ritmo, nuestro movimiento de balón, la mejor o la única manera que tenemos de hacerle daño a los rivales en este momento".

El simple hecho de viajar ya es un contratiempo, mirando la convocatoria: "No tenemos la disponibilidad que sí hay cuando se juega en casa, incluso siendo el viaje más corto que vamos a hacer". Ha advertido de que "si bien se ha dicho siempre que hay que ir enfocándose solo en el partido siguiente, ahora esto es así más que nunca".

El Jaén ha hecho una gran temporada hasta el momento, algo que se ve perfectamente en su segunda plaza. Ha sumado 39 puntos, uno más que el URA, y ha ganado ocho partidos, con sólo dos derrotas. Estas fueron contra el Alcobendas por 13-27 y ante el Industriales por 25-9. En sus victorias ha logrado cinco puntos bonus ofensivos, ha hecho 63 ensayos y ha encajado 30, siendo Luis Alberto Enrique su tryman, con nueve en su cuenta particular, seguido de Mesropian con ocho. Tiene un gran seguro de vida en patadas a palos con Camacho, autor de 124 puntos al pie. Ninguno de sus hombres ha jugado todos los minutos, y encima del 90% han estado sólo Camacho, Castro y Doyle. Buen reparto de esfuerzo.