Rugby

URA se mantiene invicto ante Majadahonda (31-8)

  • Los cruzados ceden el liderato, pero empatados a 13 puntos con el Liceo Francés en lo más alto, tras ganar un complicado partido resuelto desde la defensa

Avance cruzado.

Avance cruzado. / Paco Alonso

La poética del rugby hizo justicia con el XV madrileño, premiando su excelente trabajo durante los 80 minutos con un ensayo que cerraba el encuentro. La primera parte fue suya, pero la ley no escrita dice que, si pasas muchos minutos en 22 contraria sin ser capaz de puntuar, lo acabas pagando. En el ‘haber’ almeriense, el ‘tackle’ marca de la casa, una férrea defensa que tuvo que hacerse más fuerte ante la ‘falta de inspiración’ de ataque y disciplina atrás como contrapeso al desorden arriba. De hecho, tocó sufrir, y mucho, con un jugador menos en el campo, Fede, por amarilla. De este modo, el CR Majadahonda sorprendió con su puesta en escena en el Juan Rojas, partido muy bien estudiado y guion acorde a desactivar la propuesta de Unión Rugby Almería Playcar. Sin embargo, al descanso se llegó con un 7-0 subido al marcador in extremis, ensayo del jugador más determinante, del centro Gonzalo Pérez, en la última jugada.

También ensayó el equipo visitante sobre el tiempo reglamentario, en el minuto 80, si bien la diferencia radicó en que en la segunda parte URA Playcar fue letal en jugadas clave, en los momentos justos, para asegurarse no solo la victoria, sino cinco puntos y optar con ello a sostener su liderato. No fue el caso, puesto que Liceo Francés se dio un festín frente a Mairena para que el empate a 13 puntos le sonría esta semana y le dé la primera plaza por coeficiente de tantos a favor y en contra. En todo caso, nadie se rasga las vestiduras por ello, puesto que el tres de tres sabe a gloria habiendo visto la complicación que entrañó el triunfo frente a un recién ascendido que hace honor a la categoría, que hace honor a la División de Honor B, válgase el juego de palabras, y la entidad de los dos primeros rivales, llamados al ascenso antes del inicio de la liga.

El partido comenzó con Unión Rugby Almería Playcar desordenado, poco propio de la. imagen habitual de esta temporada, cometiendo golpes que además acarrearon dos amarillas consecutivas y prácticamente señaladas nada más comenzar el encuentro. A Majadahonda le faltó convicción en los últimos metros, en donde ‘vivió’ durante casi la primera parte completa, sin lograr hacer valer su superioridad numérica y su disciplina, encomiable. Los cruzados brillaron en defensa, sin apenas opción de salir del ‘agujero’ y, cuando se tuvo, sin tener ideas para desarrollar su juego. Con Hernán Quirelli en la grada no demasiado contento por lo que estaba viendo, el equipo intentó la posesión sin resultado, es más, tuvo que regresar a un sufrimiento defensivo que dejó, de modo literal, la miel en los labios de los madrileños. Fallaron la patada a palos del golpe que mandó fuera a Fede, y sus delanteros, por mucho que acumularon fases, se toparon con el muro unionista una y otra vez, incluso los tres cuartos por la zona abierta.

En las estáticas, cada uno de los equipos era capaz de resolver las suyas, si bien en la melé se comenzó a ver superioridad local. Lección bien aprendida, en las touches, que llegaron para URA Playcar en la recta final antes del descanso, ni el saltador ni el balón lo importante, sino malograr el maul, uno de los fuertes de Almería. Muy al final, y tras acumular igualmente varias fases consecutivas, el juego a la mano obró que el oval llegase a un Gonzalo Pérez que comenzó su recital ensayando bajo palos, minuto 40, transformada la sencilla patada por Nacho de Luque. Parecía mentira, pero se iba por delante en el marcador, y tocaba mucho trabajo en los dos banquillos. ‘Falu’ leyó la cartilla, y entre los madrileños era básico recordar que se hizo casi todo bien y que al choque le quedaban 40 minutos, si bien los cruzados tienen muchos recursos.

Ya reanudado el juego, y tras cinco minutos de una lucha de poder a poder por tener el control del juego URA Playcar usó su particular ‘abrelatas’, un Gonzalo Pérez con la estrella sobre la cabeza, pura magia, para firmar una jugada personal extraordinaria y plantarse en la zona de marca por la parte derecha. Estuvo certero De Luque, pese a que el pateo era escorado y difícil, y subió el 14-0. Comenzó a sufrir entonces, por vez primera, un Majadahonda que además arrastraba la mala suerte de doble lesión en la primera mitad, quedándose durante varios minutos con dos menos, lo que sí que supo aprovechar el equipo almeriense. Con todo, faltaba concentración, con una señal muy clara de ello en una melé a favor en cinco metros contraria perdida por caer de modo incomprensible en acción antirreglamentaria. Se repuso Unión Rugby Almería Playcar y tiró de poderío de delantera en un avance entre Fede y Mwale, sancionado como un ensayo de castigo por el colegiado.

Las acciones fueron muy disputadas. Las acciones fueron muy disputadas.

Las acciones fueron muy disputadas. / Paco Alonso

Con el 21-3, porque previamente Majadahonda había elegido palos en otro golpe fruto de la indisciplina y había acertado, se entraba en el último cuarto de partido pisando el territorio de la victoria completa, la de cinco puntos, asegurada por Emilio Arias, valor seguro siempre, siendo el origen una melé por avant en error visitante al caérsele de las manos el balón al medio de melé. Un buen desarrollo de jugada cruzada, de lado a lado del campo, de izquierda a derecha, y el zaguero completando el trabajo colectivo del mejor modo posible para el cuarto ensayo, que subió al marcador sin transformar esta vez. El choque se puso con 26-3 y un try de margen para asegurar esa victoria ‘completa’ de cinco puntos. Se trabajó más en defensa, porque Majadahonda no se rindió nunca, y dl reto se tuvo más amarrado si cabe con otra demostración más de un Gonzalo Pérez imparable (31-3).

Y el rugby se hizo más grande todavía desde el banquillo madrileño, gritando que aun quedaba un minuto y que había que seguir dándolo todo. Parecía que no iba a llegar y finalmente sí lo hizo. El ensayo de Majadahonda se produjo por la fe y el orgullo de ser rugbiers de verdad, sin importar si el partido estaba ya perdido o no. Faltó acierto, eso es cierto, con el balón en posesión, pero cuando lo fácil habría sido otra cosa, desde el URA Playcar se lanzó una patada defensiva taponada por dos jugadores visitantes y el oval cogió el camino correcto hacia la zona de marca almeriense. Lajoie posó y final. A los unionistas les condujo a la victoria un gran trabajo interiorizado por parte de todos los componentes de la plantilla durante la semana, que en parte consiste también en el ‘saber sufrir’ y reponerse cuando las cosas no ruedan como se tienen previstas o la propuesta del rival no lo permite. ‘Falu’ hizo jugar a todo su banquillo y a la mitad de la primera fase se llega con un expediente impoluto que prácticamente asegura jugar en la zona alta durante la segunda fase, ya en 2021.

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